El rap de Medellín festejó las bodas de plata de uno de sus referentes: Laberinto ELC. Este es el recuento del show de celebración realizado en el Teatro Pablo Tobón.
Alexander Múnera
Mientras los conciertos Ciudad Altavoz 2023 se desarrollaban en tres escenarios distintos de Medellín o Kraftwerk se presentaba por primera vez en Colombia, Laberinto ELC con una docena de invitados o más (no hago la lista porque de seguro se me olvidaría algún nombre), una escenografía digna de una gran obra de teatro, tres horas de show, un registro audiovisual antes y durante el concierto, diseño de ropa y mercancía exclusiva del aniversario para la venta y el Teatro Pablo Tobón Uribe lleno de gente que pagó la boleta para verlos, celebraba su cuarto de siglo.
A este grupo de RAP me lo encontré de casualidad en el 2006, aproximadamente, en un CD quemado que me regalaron los ‘Pasolini en Medellín’, el cual hacía las veces de banda sonora de los audiovisuales que hasta ese momento había realizado la productora, con quienes por esa época conversé debido a mi trabajo de grado.
Una relación (la de los Pasolini y Laberinto) que especulo nunca ha dejado de fortalecerse, no solo por el corto del 2020 titulado "A mitad del camino” que por su gran factura e historia recomiendo a quienes no lo hayan visto, sino también porque si cualquiera revisa los videoclips del trio hiphopero, se dará cuenta fácilmente que siempre se han preocupado porque lo que cuentan en sus canciones, se vea igual o mejor a como se escuchan.
A Laberinto los vi por primera vez en un evento a las afueras del Museo de Arte Moderno de Medellín. Más tarde alzaba la mano con ellos en Altavoz 2009. Después en un aniversario de HagalaU llegaron al Guanábano Bar y años más tarde, Altavoz Antioquia invitaba a “FM Hip Hop” (la propuesta de El Mocho y El Flako cuando Laberinto se separó temporalmente) a dar un concierto privado a unos 30 o 40 músicos del departamento que hacían parte del proceso de formación que ese festival lideraba en ese entonces. Eran una planadora y una fiesta. En escenarios grandes o pequeños, el ímpetu siempre fue el mismo. Por eso cuando anunciaron su concierto de cumpleaños, no dudé en comprar la entrada.
El Flako, El Mocho y Jr. Ruiz: Laberinrto ELC.
Y qué espectáculo el que ofrecieron, cuidado hasta en el más mínimo detalle. Un recital divido en tres momentos. En el primero presentaron un repertorio de canciones de sus primeros álbumes. En el segundo, llegaron los invitados a darle otro aire a los tracks y al ambiente. Y en el tercero, el show se consolidó con sus clásicos y el festejo llegó a su punto de ebullición.
Este concierto demostró la consolidación del circuito rapero del Valle de Aburrá. Un público que invirtió en el tiquete de ingreso, las colaboraciones, tan comunes en el género, que hubo hasta pa’ tirar pal techo y sirvieron para homenajear al RAP y a sus exponentes en la ciudad. Además del importante despliegue en tarima, una escenografía que hacía alusión al barrio, al billar, a la esquina; proyección de visuales, luces, vestuario… Las demás músicas tienen mucho que aprenderle al RAP en sus conciertos en vivo.
Laberinto es definitivamente un grupo icónico para el hip hop del país y sus pergaminos lo sustentan: 6 discos de estudio y próximamente el séptimo, tres presentaciones en Rap al Parque, giras por varias ciudades de Colombia y Estados Unidos, casi una veintena de videos, participación en bandas sonoras de cortos y largometrajes, inclusión en conteos de revistas tan importantes como Rolling Stone o Shock. Pioneros en incluir salsa, música popular, rock, música andina, bolero, plancha, reggae y tango en canciones de RAP.
La genialidad de Jr Ruiz, el histrionismo de El Flako y la sabiduría de El Mocho. “La gente de buen corazón que les desee colaborar con un aplauso y yendo a sus conciertos mi dios se los ha de pagar”. Laberinto 25 años en las calles, feliz aniversario.
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