El funk y el rap son la base del álbum debut de Vingusmen. Les damos detalles de este nuevo disco.
Alexander Múnera Restrepo
Calle silvestre, Reptil, Ultrafonia y La funk organisation fueron (y han sido) propuestas musicales de la ciudad que tenían como base el funk. Algunas lo mezclaban con rock o rap; otras eran un poco más puristas, y la última que cito en esta pequeña lista, Vingusband, que lo fusionaban, a mi parecer de manera muy inteligente, con el smooth jazz.
Sin embargo, como diría Héctor Lavoe, “todo tiene su final” y el año pasado los Vingusband decidieron parar el proyecto. En medio de la tusa que da dejar una banda y el desespero que le puede dar a un músico que vive para el sonido no estar creando, Mario Vega, bajista y líder de Vingus, empieza de nuevo a componer y lo que le sale esta vez, es rap y funk. Una mezcla que en realidad no debería extrañarle a nadie, puesto que el hip hop nace a finales de los 70 mezclando acetatos de música disco, funk, góspel, rhythm and blues y otros géneros a los que el Dj les daba vida y el Mc los complementaba con sus líricas.
En el camino, Mario se encuentra con El Varo, Letal Fraseo, Beat Jhazz, Rolando Delfino, Yuda Amaya, Juanda Velásquez, Alahia y otras serie de artistas quienes escoltaron los nueve tracks que componen “Moods, cortes y rimas”, un álbum que se digiere rápido; pero al que hay que escuchar varias veces porque la riqueza sonora que ofrece no se deja oír en una sola sentada.
Vingusmen coquetea el rap y al funk
Es verdad que la columna vertebral de este disco es el funky rap; no obstante, la multiplicidad de estilos que le agregan los músicos invitados, los temas tratados (el rap, el barrio, el sonido, el amor, la vida), las pistas e instrumentos como el corno francés que suenan en sus canciones, la rapidez en las rimas… son detalles que le exigen al oyente prestar especial atención a cada tonada.
Si bien el funk y el rap no es primer vez que se cruzan (y escuchan) en esta ciudad; podemos citar rápidamente a 4 Cabezas o al talentoso y siempre respetado en esta casa, Teo Grajales, quien vive entre el jazz, la salsa y el rap como si lo hiciera con una mano en la cintura; Vingusmen sí hace un aporte importante en este andar sonoro como multi-instrumentista y ayuda a revivir este ritmo musical en Medellín, siempre tan divertido e interesante de escuchar cuando se amalgama con otros estilos.
Mario Vega es un músico al que definitivamente hay que pararle oreja. Pronto, dice él, lanzará más música, algunas instrumentales y un Ep audiovisual de cuatro capítulos, todo de aquí a diciembre de 2023. Nos quedan entonces siete meses de buen sonido, de cuenta Vingusmen y sus camaradas.