Hace rato no teníamos las reflexiones de José Gallardo Arbeláez por estos lares, entre otras razones, por nuestro receso de transición. Sin embargo, nos complace compartirles esta nueva reseña, en donde José ausculta entre las líneas sonoras de la tercera producción discográfica de Hombre Memoria, un proyecto nacido a finales de la década pasada y que ha ido llegando, con la misma curia con que ellos hacen su música, cada vez a más oídos. Leamos y escuchemos…
Por José Gallardo Arbeláez // @MuInmobiliaria
En Sula el escucha encuentra la excelsa conjunción entre la canción ambient y la electroacústica de corte francés, es decir, un cierto coqueteo con técnicas de sampleo aplicadas en la música concreta, los cuales son evidenciados en pequeños interludios sonoros. Una grata influencia de Radiohead, Thom Yorke, Olivier Messiaen, Brad Mehldau, por mencionar algunos. Es un disco donde los lenguajes pierden sus fronteras estilísticas y se ponen al servicio de los hacedores: Víctor Acevedo y Simón Mesa.
La estructura del disco lo hace muy atractivo para su futuro montaje e interpretación en vivo. Con canciones que tienen un tono encriptado y programático -diría este reseñista- lo hacen casi imposible de interpretar. Pero conociendo a los creadores de Hombre Memoria, es probable que nos sorprendan pronto con un recital de alta calidad.
Se hace presente la influencia tímbrica de la parafonía en los sintetizadores, los cuales dialogan con guitarras cargadas de modulaciones en la fase, con efectos parecidos a la modulación de anillo. Es de notar que el delay en las guitarras de este disco ha sido más mesurado, se hace visible; pero en instantes muy precisos.
Hay un cierto flirteo con la música de baile, para esto el recurso que suelen usar son loops bastante inestables en términos métricos, algo que me recuerda el trabajo de Daniel Lopatin en ‘Replica’ o Laurel Halo en ‘Chance of Rain’, discos que por su polimetría hacen brillar la pista de baile en otra dimensión.
Los textos y su ubicación espacial, en centro de todos los eventos sonoros a su alrededor, pero con poco nivel dinámico, obligan al oyente a interesarse por lo que se quiere expresar, Acevedo nos narra al oído sin mucho esfuerzo la tonalidad expresiva de lo que parece suceder en cada canción.
‘Sula’ incluye un par de intervenciones por una sección de maderas o instrumentos de aliento, variando el acompañamiento que podría haber hecho una sección de cuerdas o sintetizadores, dando un poco de aire fresco al disco. El grupo instrumental es usado de manera minimalista, con intervenciones más corales que contrapuntísticas, tal vez para sopesar el influjo rítmico presente en el álbum.