“Munn (2008) es una agrupación ecuatoriana conformada por los hermanos Mariela y Miguel Espinosa de los Monteros, y Pablo Molina. Su música no pretende encajar en ningún género en particular; pero transita por el trip hop, el rock, el post rock, el electro pop y la psicodelia industrial”.
Por José Gallardo Arbeláez // @MuInmobiliaria
“Si no expresamos nuestro descontento con nuestros líderes, entonces, merecemos los líderes que tendremos.” (sample de Jaime Bayly)
La zona se encuentra en pie de lucha, la ampliación del campo de pelea se ha transducido no solo a las formas de arte en tiempo y espacio (música, audiovisual, artes digitales, etc) sino, también al cuerpo como manifestación política de nuestro descontento. Pues, ya no solo basta marchar, o que Carolina Sanín dijo aquello, o que Bayly, o que AUV (alías el innombrable) esto otro. Ya somos todos la primera línea, y siendo este el discurso unificador en el que nos estamos conectando desde México, hasta la Patagonia, sin excepciones, sin derecha, izquierda, centro, solo pensando como seres singulares que deseamos expresar nuestras individualidades como cualquier ser humano, no exigimos mucho, es nuestro derecho de nacimiento dirían algunxs, yo solo digo, es nuestro derecho. Y de esto va este disco, y esta reseña.
La música de este álbum navega por las aguas del post rock latinoamericano, muy cercano a lo que algunos llamamos kraut, con una fuerte influencia decolonial en el sonido, donde se nota la presencia de Café Tacvba (específicamente todo lo creado después del 'Re'), Agatha I (con Humanos de Laureado), Mr. Bleat (con Los Lobos), Hombre Memoria y CVV de Chile, por mencionar algunos.
Sus líneas estéticas logran traducir de manera tranquila y fluida, las influencias recogidas del sonido de los finales de los años 90, tipo Portishead, Tricky, Björk, para darle un sabor más lleno de maíz, arroz, ají, mar, montaña, río… donde todo logra un significante sonoro, siempre y cuando, el signo sea de valor para todos, no para tu ego de artista que otea desde la montaña del confort. Porque no se nos debe olvidar que nuestro oficio es de connotación social y cultural, querámoslo o no, si esto no se tiene claro, mejor empaque y apague el Ableton live, que de solo falsos ídolos no vive el hombre, o mejor, de falsos egos.
Me parece particularmente interesante como logran generar un discurso sonoro y lírico tan singular, que nos podemos tomar el tiempo en disfrutar cada una de las acentuaciones del español, los diversos colores, sin gestos habituales, los mal llamados clichés, que tanto daño hacen, si no se filtran con un poco de buen gusto, elemento que a esta agrupación le sobra.
Técnicamente no tengo nada que decir, su dedicación es pasmosa, o mejor, asombrosa, me deja la boca abierta escuchar mezclas tan bien hechas, la espacialidad, compresión y color en la EQ, es pensado espectralmente con la voz principal, logrando siempre una bella “convolución tímbrica”, una suerte de combinación espectral entre los elementos de la voz de Marianela y el resto de elementos u objetos sonoros, todo esto se puede lograr con viejas herramientas digitales como el soundhack de Tom Erbe, en su primera versión de software para Mac en 9.0.
Pero como todes sabemos, ahora la punta es Ableton y sus VST favoritos suelen ser izotope, un sonido que particularmente me parece muy falto de personalidad y facilista, creo lo más difícil de usar de este VST es crackearlo. Ahora bien, en el caso de Munn, estos molestos hábitos que se consolidan comercialmente en la industria, no se notan, por dicha razón no siento que haya que ahondar en este campo, su trabajo creativo es notoriamente claro a nivel sonoro/musical/estético/político.
El uso de samples de Cortazar, Bayly, entre otros autores, incluso Bolaños, denotan un diálogo con nuestro contexto, y sobre todo, una pulsión de cambio, eso por fortuna en este proyecto se nota tanto en el sonido, cargado de elementos políticos heredados del dub, downtempo, kraut y moldeado en una bella oscuridad.
Gracias por este disco compañeres.