Iniciamos un ejercicio de trabajo colaborativo con el músico y compositor José Gallardo, de quien compartiremos sus reseñas en HagalaU. Esto, lo hacemos con el propósito de seguir aportando al diálogo sobre la música producida en la ciudad.
José Gallardo. Colaboración Especial para HagalaU.
En tiempos actuales donde se sugiere que hay una nueva ola del sonido indie-paisa, y con esto se quiere encasillar tipo Shazam a todas las sonoridades que han salido en el Valle del Aburrá desde 2018 hasta la fecha, todas las que tengan melodías pop y ruido de fondo y que se permitan incluír dentro de listas de Spotify, aparece Danta con Limo, una apuesta sonora que trata de quebrar esa posición de escucha tan reduccionista de la música.
Limo comienza con un beat que podríamos sentir influenciado por “I will possed your heart” de Dead Cab For Cutie, pero con la salvedad que tienen los melómanos investigadores y escudriñadores que producen esta proyecto musical: Jose Antonio Santamaría y Alejandro Bernal, apoyados del groove que impone la señorita Sara Zuluaga. Esto no se queda ahí, el relato sonoro trata de evadir los lugares comunes, y si bien la melodía pop de la voz, el arpegio en la guitarra sugieren la tan anhelada etiqueta de postrock, esto es solo una etiqueta que está de moda como las camisas de Joy Division, aquí tenemos música de arte (como decían los mexicanos con las nuevas vanguardias sonoras) pues a propósito se evade el sonido de chorus con delay característico de lo que algunos llaman shoegaze latino, y se impone más la musicalidad e investigación sonora, buscando generar un cambio en la ecuación, pues esto es música no algoritmo.
Luego aparece la voz, en este disco su presencia sigue siendo muy cercana a la que se usó en Páramos, la primera placa discográfica de "la banda del tapir", su afectación está más por el lado de las armonías sintetizadas, tipo el harmonizer un contemporáneo de invención al vocoder y que estuvo muy presente en las bandas de krautrock, incluso aún se nota la influencia en proyectos como Deerhunter o el de su solista Atlas Sound. Danta le exige al oyente con canciones de 10 minutos, donde evidentemente no pasa nada hasta el minuto 5 o más y eso para muchos habitantes tropicalizados de este valle, no es grato o ni siquiera llamativo, para otros es simplemente ruido de fondo, para nosotros los que nos gusta esperar porque sabemos que del otro lado esperaron para lograr la cocción precisa, es arte y no en forma de arte sonoro, es música que es un arte, aunque muchas escuelas de arte nos separen o excluyan.
Danta en Lima, Perú.
Ballenas es la segunda canción del disco y confirma las influencias del shoegaze tipo My Bloody Valentine, Mazzy Star, The Jesus and Mary Chain, Hope Sandoval en el tratamiento pop de la armonía, la guitarra y la melodía de la voz, evadiendo la afinación y aplicándole distorsión para ubicarla en otro lugar, diferente al lugar común de la reverberación eterna, incluso comprimiendo un poco esa voz para que la semántica tenga relevancia y las palabras queden marcadas como el beat, este último ya no está tan diseñado por las máquinas, sino por la humana que lo interpreta, las programaciones son apoyo de la banda y no al contrario como se sentía en Páramos, donde incluso se hacía casi imposible tocar dicho disco sin secuencias en vivo. Limo tiene ese elemento extra en su creación, plantea una anti-power-trio-band, donde la tarea de construir timbres, nubes de ruido, tensiones, distensiones está más en manos de los músicos en escena, tanto así que los sintetizados ya no son responsables de líneas melódicas relevantes, sino más bien de nubes o drones, diferente al disco anterior.
Perroleón da cierre al disco, que no sabría decirles si es un Ep por la cantidad de canciones o un Lp, por la duración de las mismas. Esta canción cumple con algunos de los elementos del famoso postrock, pues tiene guitarra cancionera de fogata con un poco de chorus, voz perdida y distorsionada, batería y bajo de rock, con gran influencia pop en su construcción, incluso me recuerda bandas argentinas que conocí en Regina 11, como Suárez, Altocamet y Prieto, tanto así que la canción termina con un corte certero, no en nube de ruido o decrescendo. Ahora el cambio interesante es la parte central, donde la guitarra expone un motivo minimalista muy inspirado en Jim O´rourke, Tortoise, y obvio el rey del minimalismo Steve Reich, pero sin caer en el eterno retorno del loop, hábilmente es llevado a su punto climático y desciende para volver al mundo pop de los mortales.
Agradezco enormemente que sigan sacando música de tan alta calidad interpretativa y poética, no es un secreto que es una banda que me gustaría producir a futuro, de hecho he conversado de esto con ellos, pero tal vez aún no es el momento, por mi parte sigo siendo feliz como espectador de esta magnifica obra en proceso.
Escuche las nuevas canciones, acá: