Carlos Duque presenta su segundo disco de estudio titulado ‘Huracán’. Un álbum que se gestó en cuatro años aproximadamente y que contó con colaboraciones de músicos tan representativos del circuito independiente de Medellín como José Pablo Arbeláez, Toby Tobón, Pedro Rincón, Ana María Arias, Lala Gómez, Chucho Llano, Yoni Pérez, Adán Naranjo, Nicolás Guevara y Lelo Arango.
Por Alexander Múnera Restrepo // @_AlexanderM // 08 de agosto de 2019
Los huracanes casi siempre son devastadores, arrasan con todo o casi todo; pero ¿Qué pasa cuando el huracán es en el alma? ¿Y qué se hace cuando este pasa? Pues una de las respuestas de Duque fue hacer un disco, un disco para “curarse”, para responder las preguntas que quedan o para hacerse otras distintas.
Huracán, la segunda placa discográfica de Duque es eso entonces, un álbum que llega luego de la tempestad; pero cuando aún se está algo mal trecho por todo lo que pasó antes. Sin embargo hay que seguir, así que respirás ondo, hacés un paneo para saber por dónde empezar (que por lo general no funciona mucho) y te levantás.
Vas componiendo a tientas y cuando menos lo esperás, se vislumbra un destello que va aclarando el camino, ese que le llegó a Duque en una frase de Federico Goes: “estamos en una guerra de luz”, dijo su amigo en medio de una conversación. Pero no solo fue este diálogo lo que influenció la creación de “Huracán”, hubo más, con otros amigos y colegas durante la preproducción, producción y postproducción del disco.
Siempre bien acompañado (José Pablo Arbeláez, Toby Tobón, Pedro Rincón, Ana María Arias, Lala Gómez, Chucho Llano, Yoni Pérez, Adán Naranjo, Nicolás Guevara y Lelo Arango), todo esto le ayudó a conceptualizar la placa desde la raíz temática en las letras y los detalles musicales que llenan al oyente de paisajes sonoros. Es un trabajo que, si bien se “demoró” para ver literalmente la luz, fue una espera gratificante.
“Huracán” es un disco que, a la vieja usanza, exige disponerse a la escucha, separar un tiempo prudente para apreciarlo en toda su dimensión. Descubrir los juegos auditivos que Duque propone, agudizar el oído para comprender sus mensajes cifrados y que al final, luego del “Huracán”, podamos inhalar, exhalar y volver a empezar (escuchar).