HagalaU estuvo presente en las jornadas académicas y en los conciertos del festival de rock más antiguo del oriente de Antioquia: ¡Víboral Rock! Así fue la edición 2019.
Redacción HagalaU // Fotos: Yojan Valencia // @hagalau // 5 de junio de 2019
Punk y academia
Los hijos de papi y mami
Nacido en 2005, el festival Víboral Rock mantiene la esencia de lo que significa en gran parte existir: aprender a construir con el otro.
Por medio de un comité interno integrado por gestores, profesionales de diversas áreas y artistas del municipio de El Carmen de Viboral, se orienta cada año este certamen que se ha constituido en baluarte cultural de su territorio al lado de eventos como el Festival de Teatro El Gesto Noble y el Carnavalito (recital de Música Andina y Latinoamericana).
Este año, como parte de su celebración de diez ediciones, organizaron también una acertada exposición de fotografías, capturadas por varios fotógrafos, que cuenta una parte importante del festival. Al mismo tiempo, se hace un homenaje a la banda local que ayudó a fundar el evento, Vitam Et Mortem; además de un espacio con instrumentos que algunos de los grupos que han pasado por el recital, dejaron como recuerdo.
Fueron tres días que iniciaron el 31 de mayo con las jornadas académicas, el sonido punk y punk rock como eje de programación; el metal y las carátulas del rock como mecanismos de construcción de memoria fueron el enfoque de dos de las charlas y también, se dio una reflexión en torno a cómo los gustos y el nivel crítico de las audiencias se ha afectado por el efecto de los algoritmos que recomiendan canciones en plataformas como Youtube o Spotify. HagalaU estuvo presente en la jornada académica como lo hace desde la primera versión del festival.
Acto seguido y con el puño arriba, el pogo dominó la caída de la tarde y la entrada de la noche cual marcha que conduce a la fiesta. Grupos como D.P.I, Ezkizofrenia, Los hijos de papi y mami y DesadaptadoZ, ofrecieron letras para la reflexión; pero también para mofarse un poco de la vida y sus cotidianidades. Sería el inició ideal de un festejo que duraría dos días más.
La tradición del metal
Hidravenosa
El metal en el Víboral Rock siempre ha sonado fuerte, por razones que valdría la pena estudiar con detenimiento y aún no parecen estar muy claras, este género es muy importante en gran parte del territorio antioqueño, el suroeste y el norte son también buenos ejemplos de ello.
Este año en el Carmen de Viboral no fue la excepción, desde el primer día, con las jornadas académicas, el metal hizo presencia con la charla de Daniel Mauricio Meléndez Márquez, “El metal como constructor de memoria histórica”; y más tarde, de una manera no tan amable, cuando Voltax, la banda mexicana que estaba programada para cerrar el segundo día de festival, tuvo problemas para viajar y la organización decidió entonces invitar a Reencarnación, una medida que en apariencia (por los comentarios en redes sociales y lo que pasó luego en su presentación), pudo haber tenido más adeptos que protestantes, por algo llevan más de 30 años haciendo ultrametal, acompañado de filosofía y literatura.
La segunda jornada del Víboral Rock, también tuvo decorosas presentaciones de thrash, death y heavy, con exponentes de Medellín, algunas regiones del departamento y otras ciudades del país como fue el caso de Internal Suffering quienes son nacidos en Pereira. Sin embargo, resaltaron los shows de Hidravenosa, que desde Urrao y junto a Vitam Et Mortem, tuvieron una presencia y sonido en escena que resaltó de los demás.
La lluvia tampoco fue ajena a este día, no obstante, aunque fue copiosa durante gran parte de la noche, no cayó con gran intensidad, así que los conciertos se pudieron ver casi sin contratiempos, algo que también se puede destacar, pues en los dos primeros días predominó la puntualidad y los conciertos terminaron temprano a comparación de otros años.
¡Un grito… y Rock ‘N Roll!
Superlitio
La diversidad musical fue sin lugar a dudas la estrella del domingo en el Víboral Rock. Proyectos de ska, rock alternativo y fusión hicieron presencia mientras las escaleras del Parque Simón Bolívar del municipio comenzaban a llenarse de público: rockeros y curiosos que se acercaban a observar.
Mientras los locales de Áberden abrían el tercer y último día, que ya prometía buen clima y un público dispuesto a escuchar y bailar. La tarde se abrió paso mientras continuaban las presentaciones de proyectos como Stian Marty/Sucerkia, Yarumo, Black Mulatto y AJ Rúa.
La Vodkanera desde Bogotá siguió la fiesta mientras la noche caía y daba paso a Wanady, Hackmed, Vórtice y Tabaco y Coca. Superlitio, uno de los shows más esperados de la noche salió con toda la energía y un nuevo miembro a calentar la noche, que aunque fría, aún no mostraba intenciones de lluvia. Para cerrar tres días de fiesta, llegó desde México la banda de reggae Sobredosis Power Roots, los bogotanos de Doctor Krápula y los locales, Niebla de Opio con letras y llamados a la reflexión.
Son 15 años y diez ediciones demostrando que en el oriente antioqueño el rock es resiliente, como dijo Johnny Urrego, guitarrista de la agrupación Niebla de Opio al cerrar: “A pesar de todas las adversidades, aquí seguimos resistiendo”. Y eso es a lo que festivales como el Víboral Rock año tras año le apuestan… A resistir.
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