Un festival que al principio parecía una utopía, a lo largo de esta década de labores ha demostrado que Medellín, al contrario de lo que muchos hubiéramos podido pensar, es una ciudad que escucha y vive el blues de manera intensa.
Por Alexander Múnera Restrepo // @_AlexanderM // 28 de marzo de 2019
Recorriendo los cuatro puntos cardinales del Valle de Aburrá, el Festival de blues de Medellín cumple 10 años y los viene celebrando con una ruta de conciertos y encuentros pedagógicos que empezaron en febrero y van hasta la primera semana de septiembre.
Santiago Monsalve, La Poderosa (ambos de Medellín) y Jorge Vanegas de Cali, son algunos de los artistas que iniciarán la ruta durante los meses de marzo, abril y mayo por bares, teatros, cafés y restaurantes de la ciudad, los cuales serán epicentro de esta gira de celebración que terminará con una reunión de la Colombian Blues Society en Cali.
Como una música que nació en las profundidades de las plantaciones de algodón en Misisipi, el blues siempre ha tenido una relación fuerte con el territorio y de ahí con la tierra, por eso este año, el Blues Festival también tiene como uno de sus ejes temáticos este elemento: La tierra, entendida como el lugar donde surgió el evento, las experiencias que se han generado a lo largo de estos 10 años, la circulación por otras ciudades y los encuentros con otros artistas, provocados en estos espacios de música y construcción sonora.
Durante este abril que comienza, el invitado nacional será Carlos Reyes desde Bogotá, quien estará compartiendo su nuevo álbum en vivo titulado “En la ciudad de la luna”, además de su experiencia musical en algunos conversatorios.