El pasado 19 de abril de 2018, Bajo Tierra, una de las bandas más queridas del rock colombiano, informó que este año volvería a los escenarios: "Por una década estuvimos bajo tierra... Es tiempo de reencontrarnos con nuestro público y con aquellos que nunca nos vieron en vivo. Sábado 11 de agosto en el Carnaval Fest 2018". La noticia despertó la emoción de una audiencia que en menos de un día agotó boletería en primera etapa pero, lo que nadie sabía, era que antes de ese show la banda ofrecería un "concierto fantasma". Sí, sin avisar, la banda tocó en el bar Barnaby Jones en una fecha que quedará en grabada en el corazón de fan de todos nosotros: 09062018". Les contamos cómo se vivió una noche de magia
Redacción HagalaU // @hagalau // 10 de junio de 2018
10:30 de la noche marcaba el reloj del celular. Parque de Envigado, en una noche fría pero despejada, donde la tensa calma reinaba tras la derrota en la final del Atlético Nacional. Cuerpos que cargaban las camisetas del equipo se movían de un lugar a otro acompañados de caras acongojadas: el luto tenía color verde en Medellín. Dos minutos después y llegó el parcero a quien esperaba. Listo el combo, camino al parche.
Dos cuadras más y llegamos a la puerta del sitio. Con letrero encima, entre dos locales de ropa y un gimnasio, había muchos esperando afuera, tomaban pola y fumaban cigarro. Un par de confirmaciones en la lista, y hacia el sitio. El lugar, Barnaby Jones, inicia con un pasillo no muy largo que desemboca en un hall donde se encuentra la barra. Luego de ella, el salón y allí, un escenario al lado izquierdo dispuesto para una banda, que en este caso era LA banda. Música arriba, rock fiestero: Todos tus muertos, Fabulosos Cadillacs, El Pez y más pasaban track tras track en la lista de reproducción armada para aquella celebración.
Muchos rostros conocidos: periodistas e integrantes de bandas como Átomos, Tr3sdeCoraZón, Niquitown, Posguerra, Mojiganga, Rosita y los nefastos, Nepentes, De bruces a mí; sumados a ellos, amigos cercanos de las bandas y claro, el equipo de HagalaU: entre cervezas, saludos efusivos y uno que otro ron, la expectativa era evidente y creaba una tácita complicidad. Era mágico: una sorpresa que todos sabríamos que estaba a punto de revelarse.
11:15 de la noche marcaba el reloj aproximadamente, y es que no sé la hora exacta porque no estaba atento al tiempo, sino al momento. Uno a uno van subiendo los integrantes más esperados de aquella noche: (Alejandro) Duque, Cuzco (Fredy Henao), Lucas (Guingue), Papocho (Jaime Andrés Pulgarín), Pedro (Villa) y finalmente el Burro (Camilo Suárez). Tomaron sus instrumentos y comenzaron a tocar. Camilo, solemne pero irreverente en partes iguales, vocifera frases entre acordes de la banda. Con rock comenzó la historia en esta década de unos históricos sobre un escenario. “Y me mezclé, efectivamente nadie me vio…” en medio de una melodía frenética, más acelerada que en el disco o en el casette.
Todos cantábamos, grabábamos, tomábamos fotos, nos abrazábamos. Nadie se la podía creer: ¡Bajo Tierra -o Bajotierra- volvía a los escenarios! Todos los momentos previos de ansiedad por parte de los cientos que esperábamos de pie tomándonos cualquier licor o soda saborizada se canalizaban en cantar cada letra que nos sabíamos hace décadas. Unos, más emocionábamos que otros, gritaban y brincaban. La euforia de un concierto de los noventa, con una de las bandas que tocaba en los noventa, estaba casi intacta.
Una a una desfilaron las clásicas: Todo bien, Jimmy García, Justiciero, Mirella Fashion, Las puertas del amor, fueron combinadas con pasajes más contemporáneos -si se permite usar la expresión para designar un disco que tiene un par de años más de una década- como La policía del amor y Los Killer Monkeys. Al final, el momento más esperado tal vez por muchos. Los bongoes se disponen y Alejo se para de la bataca para ir hacia el frente. Todo el recinto canta al unísono el himno de la noche, “tanta mona me envenena, tanta mona es mi condena”.
Al final, una versión de Violentos muy enérgica es la que cierra el momento. “Muchas gracias, buena noche” dice el Burro, y uno a uno bajan de la tarima.
Pocas palabras entre canción y canción pero mucho sonido directo, crudo y ejecutado con las vísceras: ¡Así se notó!
Más que escuchar esas canciones de nuevo, el momento de esa noche de sábado quedará en la retina de ese público privilegiado por ser la reminiscencia de un parche, que seguro se repetirá para invocar esos tesoros que suelen estar soterrados, ahí... bajo tierra.
Si quiere ir al próximo concierto de Bajo Tierra, le recomendamos: Llega el Carnaval Fest 2018 con Bajo Tierra, AlcolirykoZ, Nadie, DBAM...