Fueron tres días intensos, llenos de música, máscaras, amigos y agua. Por los tres escenarios del Festival tuvimos la oportunidad de ver artistas nacionales como: Telebit, Diamante Eléctrico, Cohetes, Surcos, Cinthya Montaño, Crew Peligrosos, Saail y muchos más; mientras que por el lado internacional pasaron bandas como: Gorillaz, Royal Blood, The Killers, Metronomy, DJ Snake, LCD Soundsystem y más. HagalaU dijo presente en esta edición del Festival Estéreo Picnic y así lo vivió.
Katerine Chavarriaga //
Desde muy temprano los asistentes al festival comenzaron a llegar; luego de superar los tres filtros iniciales, como cada año nos recibe el cartel de “Un mundo distinto”, mientras las personas exploraban los diferentes espacios como el Hippie Market o la tienda de merch oficial y comenzaban a hacer filas para las diferentes activaciones llevadas por los patrocinadores, en el escenario Chevrolet Beat, empezaban a sonar los primeros acordes de cuenta de la banda SAAIL, que con su sonido oscuro, sus guitarras profundas y afiladas le dieron apertura a tres días repletos de música.
Al mismo tiempo en el escenario Budweiser y desde Cali, Esteban Copete y su Kinteto del pacífico prendían la fiesta con su marimba y su característica música caribeña. Sobre las 5 de la fría tarde, Surcos con su pop folk lleno de magia, ofreció un recital orgánico y sincero. ¡Y esto es solo el inicio! Porque con la caída de la noche, el desfile de músicos no cesó: la Tribu Baharú puso a bailar al público con su poderoso ritmo caribeño, Cohetes con su propuesta bohemia, tuvo a un público que coreó sus canciones; la ‘rumba’ la puso La Chiva Gantiva que con su combinación de ritmos, guitarras y letras puso a más de uno a mover las caderas. La luna dio paso a una de las más esperadas de la noche: The Neighbourhood, que se caracterizó por un derroche de energía acompañado de un sonido impecable, mientras el público coreaba y disfrutaba cada canción, la llegada del agua se dio con el duo alemán de folk-rock, Milky Chance, uno de los favoritos de la noche; que en medio del aguacero puso a brincar y a bailar al público, mientras coreaban himnos como “Stolen Dance”, “Down by the river” o “Flashed junk mind”, un show enérgico, refrescante e impecable; Lana del Rey llegó al escenario del Estéreo Picnic con gran armonía y fuerza que no hizo flaquear a las personas que en medio de la lluvia coreaban sus canciones; pero la cereza del pastel en aquella fría noche fue la absolutamente poderosa y mágica presentación de The Killers, desde el momento en que Brandon Flowers y su combo salió al escenario una renovada energía invadió al público, manejaron el público a su antojo y en medio de su show, dieron la sorpresa (que ya habían dado en su concierto en Argentina) e invitaron a un fan a tocar la batería en la canción “For Reasons Unknown”, el público y la banda quedó tan maravillada que terminó coreando su nombre, ¡qué gran noche para Andrés de Bucaramanga! La música electrónica cerró la noche de la mano de Dillon Francis y Metronomy desde Inglaterra.
La tarde del segundo día arrancó con muchos exponentes de la música local actual: Alfonso Espriella y su rock alternativo; Ácido Pantera, La Máquina Camaleón, Ondatrópica y Cynthia Montaño desde Cali con muchos ritmos colombianos y del pacífico. Llegó el turno para de nuevo para los paisas y es que los Crew Peligrosos se tomaron el escenario y lo hicieron completamente suyo, con ímpetu y fuerza, las rimas de los raperos de ‘Medayork’ hicieron vibrar a cada uno de los presentes; con el frío y la noche, llegó Kali Uchis ofreciendo un enérgico espectáculo lleno de luces y baile que hizo entrar en calor al público; Dany F con su set electrocumbiero puso en alto la escena musical de Medellín.
El hip hop no se quedó sólo en los Crew, porque desde Long Island, llegó De La Soul, con su sonido ecléctico que dejó a más de uno moviendo la cabeza por un buen rato; luego llegaría Mac DeMarco con su rock psicodélico a conectar con un público que lo esperaba ansioso. Con el agua asomándose y la ansiedad por el acto principal, Bomba Estéreo dio paso a su presentación con un duro mensaje contra la minería, el fracking y la situación política actual del país; con una túnica Li Saumet salió al escenario, encendió ‘el fuego’ y puso a gozar a los asistentes. Y finalmente llegó el turno para para los primates británicos liderados por Damon Albarn, ¡Gorillaz! Con un show impecable, lleno de invitados entre raperos y voces femeninas, Albarn y su combo ofrecieron un recital a la altura de las expectativas de los fanáticos –y hasta los no fanáticos- luces, sonido y hasta el público hizo que el momento fuera perfecto, a pesar de la lluvia. Cerrando este segundo día, la electrónica de Hardwell y Bonobo puso a bailar a un ya cansado público.
En el tercer día, las puertas se abrieron más temprano y por ahí derecho el cielo también lo hizo: Abelardo Carbonó, Salvador y el unicornio, Pablo Trujillo y Technicolor Fabrics fueron los encargados de abrir los distintos escenarios del festival; mientras la tarde y la lluvia le dieron paso a Diamante Eléctrico que con sus riffs e himnos pusieron a muchos a subir y bajar la cabeza, dándole paso a demás al invitado de lujo que habían anunciado previamente: Billy F. Gibbons el legendario guitarrista y vocalista de la banda ZZ Top, con quien ya habían colaborado en la canción “Días Raros”; tras este poderoso show que demostró una vez más que el rock en Colombia aún tiene grandes exponentes, llegó el dúo británico de rock pesado, Royal Blood; una voz y un bajo (Mike Kerr) y una batería (Ben Thatcher) es todo lo que conforma esta agrupación que fue una grata sorpresa para quienes no la conocían y uno de los shows más esperados para quienes ya lo hacían: sonidos corrosivos, baterías sucias hechas con garra hicieron de esta presentación una de las más épicas de la novena edición del festival, resaltando además la increíble personalidad de sus dos miembros que lograron conectar masivamente con el público y uno (Su baterista) hasta se declaró nuevo jugador de la selección Colombia y prometió hacer muchos goles, mientras besaba el escudo de la camiseta de la tricolor que portó con orgullo durante todo el show.
Ya entrada la noche y superada la lluvia, pero con un frío calador, Telebit fue la encargada de darle otro color a este día con una atmósfera íntima y un público conectado a su música a través de sus letras e instrumentos; el turno después fue para Zoé que se subió a la tarima a hacer lo suyo, entre canciones nuevas nuevas y viejas que pusieron al público a corear al unísono; por su parte, The National fue un ritual particular, de esos que suelen verse poco en un festival como este, un espacio que al ser tan diverso propicia cualquier tipo de show pero que, en este caso, junto al de Mac DeMarco, trajo a uno que bien podía verse en un teatro pero que permitió a miles entender la oscuridad, solemnidad y el poder de uno de los grupos más sólidos de una escena rockera que va más allá de la estridencia y del espectáculo. Llegando al final de esta jornada, los legendarios LCD Soundsystem se adueñaron del escenario, dando catedra de manejo de público y de cómo poner a bailar a un público ya agotado y en medio de un frío estremecedor. Cerrando la noche y tres días mágicos de música, DJ Snake y The Black Madonna tuvieron los últimos shows del festival, aún con gran afluencia de personas.
Definitivamente en el Festival Estéreo Picnic sí se vive un mundo distinto. Desde que entras y te recibe este letrero hasta que terminas en medio de la pirotecnia que cierra el día, se vive de una manera diferente, como si el resto del planeta no existiera y sólo a través de la música te conectas con él. Fueron tres días para la prosperidad, así que con ansias esperaremos la décima versión de este festival que nos logra transportar a otro mundo.
Foto tomada del Facebook del Festival Estéreo Picnic 2018