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Era demasiada la oferta musical que Medellín ofrecía la noche del 28 de marzo en distintos escenarios de la urbe, incluyendo partido de fútbol; pero ni la amenaza de lluvias pudo impedir que se cumpliera la cita que decenas de metaleros se hicieron para disfrutar de otra noche de metal hecho en nuestra tierra, en un escenario tan profesional y elegante como el que nos brinda el Teatro Porfirio Barba Jacob.

Jaime Ocampo

Ya teníamos una clara idea de lo que veríamos, pues en el pasado conversatorio, las bandas nos advirtieron que este sería un evento con propuestas sólidas y poco convencionales.

Killer Kind fueron los llamados a convocar a quienes esperaban el inicio de la jornada, y con los nervios propios del momento, Adriana, la vocalista y líder del grupo, tomó las riendas del escenario, y desde el primer momento, pudimos ver por fin una banda consolidada, firme en su propuesta musical y bastante hincada a nivel lírico en el rechazo de las acciones del hombre en contra de seres indefensos. Killer Kind se ha armado de músicos muy buenos, y ha llegado el momento de empezar a lucirlos.

Luego, como si desenterráramos una cápsula de tiempo, sepultada en los ochentas, emergió No Mercy, azotándonos con un thrash que nos recordaba la sonoridad y la estética del clásico álbum “Flag of hate” de Kreator.
Taches, manillas, chalecos llenos de logos, polainas hasta las rodillas, tenis blancos… si claro, tenis blancos, porque aunque todo ser metalero que se precie viste de negro, No mercy  nos invadió con toda la estética visual de una banda clásica de thrash ochentero.

Acompañados de una botella de alcohol, conquistaron al público presente con su música, en español, como lo fue el Metalmedallo en su nacimiento, rescatando así parte de la estética perdida en la búsqueda del reconocimiento mundial de las bandas locales.

Acto seguido, Sabactani comenzó su concierto con el sonido marcado de un bombo simulando el ritmo cardíaco, acompañando la marcha de un personaje con pinta de asesino sádico que arrastraba una inmaculada mujer atada de ojos y manos a una silla, como si fuera ya su hora  de llegada.

Con mucha energía y cambios abruptos de ritmos y ambientes musicales, Sabactina  sorprendió a los asistentes tocando un heavy metal bien innovador, con una fusión de voces que por muchos momentos me recordaban el timbre vocal de Coroner.  Con intervenciones teatrales y poesía, mezclada con críticas sociales, Sabactani le brindó a la jornada un cambio radical a la propuesta sonora del día.
Rápidamente, los jinetes del infierno, incitaron al azote de cabezas con su “new wave of colombian heavy metal”, interpretando temas que nos recuerdan la sonoridad de Judas Priest, pero con una voz corrosiva, algo mas “thrash”.

Para Hellrider, esta presentación fue, por mucho, mejor que la vista en ese mismo escenario en el primer ciclo de Metalmedallo. El cambio de baterista y guitarrista ha favorecido el sonido de la banda, y no pareciera que hubiera sucedido tal cambio. Los nuevos músicos de Hellrider, se han acoplado de manera asertiva y comprometida con la banda.

El grupo dejó un público ansioso por más velocidad, y Dissektor muy amablemente la brindó. La fusión del thrash con el death era la combinación perfecta para hacer que toda la gente que estaba en el café, se metiera a azotar su cerebro con esta banda.

Para mí fue la primera vez que los veía, y me dejaron un buen sabor en el cerebro. Muy buena energía de todos, y para un vocalista tan querido por la gente como “Larry”, había un montón de amigos dispuesto a apoyar su puesta en escena, quienes además de gozárselo todo el tiempo – de buena manera por supuesto-, no hicieron más que vitorear sus canciones y apoyarlos con un fuerte “headbanging”. Bastante divertida y profesional la presentación de Dissektor.

¿Querían más agresividad? Nadie estaba preparado para Agressor.
El sonido original del Metal de Medallo se posesionó las tablas del Teatro Porfirio. Brutal.  No hay más palabras para describirlo. La banda ya se perfila como una banda del genero “D.M.G.” como a manera de chiste lo bautizamos: Death Metal Grind”.“Puntilla” su nuevo batero, le agregó una agresividad sin precedentes.

Agresor cuenta con además en su artillería con una brutal voz, un guitarrista con un sonido crudo, rápido y marcado; y en la esquina derecha del escenario, una bella mujer, que como la vez pasada con la vocalista de Aphangak, nos dejó boquiabiertos, no solo por su divinidad y dulzura propias de una dama, sino por no equivocar una nota a la velocidad que llevaban los otros 3 monstruos que la acompañaban.

¿Qué esperaban?  Ahí, está, síganse perdiendo estos toques, donde hemos demostrado que no solo tenemos grandes músicos en Medellín, sino que además podemos mostrar lo que tenemos con absoluto profesionalismo, en paz, conviviendo entre géneros, congregándonos como movimiento cultural, y divirtiéndonos sanamente en una ciudad que no ha querido reconocer que el “metal”  nació en “medalla” para quedarse.

En abril, por primera vez tendremos una banda nacional, y nada más y nada menos que a Neurosis. Próximo Metalmedallo.

Sábado 25 de abril.  Con las bandas:
Neurosis, Dirges, Screamnoise, Esquizofrenia y Savage Agression.
Hora: 6:00p.m.  Valor: $12.000 – $ 10.000 en preventa.  Informes: 2160708.

Invita: HagalaU ¡No pase de largo! y Radio U.

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