La goleada de Argentina contra Venezuela no se había terminado cuando las cabezas parlantes dejaron sonar ‘crónica de indios’, la segunda canción de su “Lengua Negra”: la más reciente placa discográfica de la banda después de tres años, lanzada en el Teatro Lido con una asistencia que no dejó ninguna silla vacía.
Alexander Múnera R.
Jaulas sobre el escenario y algunas suspendidas en el aire con un foco en su cúpula, pero sin ningún loro a la vista. Una alfombra, lámparas, maletas, un teléfono, un ventilador y un televisor viejo trasmitiendo las eliminatorias mundialistas. Era como estar sentado en la sala de una casa vieja para escuchar el disco de un grupo de amigos. Todo, perfectamente mezclado con los dos teclados, la batería, un acordeón, las percusiones, el bajo, dos guitarras, los retornos y los bafles que amplificarían por un poco más de hora y media el concierto.
Se apagaron las luces y la voz en off de de Pascual Gaviria justificó en forma literaria lo que íbamos vamos a escuchar esa noche; mientras los músicos entraban a la tarima, un video de vuelo introdujo el primer tema. Luego, ‘Simón del desierto’, ‘Cuentagotas’, ‘Stella Maris’, y pistas de su tercer disco.
Era obvio que los asistentes a la presentación sabían a quién iban a ver; pero no faltó aquel desprevenido que se encontró el evento, se quedó y de vez en vez alzaba la cabeza para ver en aquel televisor viejo, el marcador de Colombia vs Bolivia que para ese entonces ya había comenzado.
Más tarde, mientras el partido seguía cero – cero, tocaron ‘Camino al valle’ y el bellamente interpretado cover de la canción ‘Senderito’. De ahí, sin dejar caer la fiesta que para ese momento ya se había instalado en la sala: ‘Odette’ y más rastros del próximo disco, con ‘Dinero’ de Pestes en versión rap y Kiño como invitado.
¡Gol de Colombia! Y el flamenco se deja escuchar por culpa de Franky Henao (hermano de John y Fredy) guitarrista invitado a este lanzamiento con ‘El peligro de llamarse incendio’.
En su orden, le precedieron ‘Bailarina’, ambientada con la proyección de una muñeca de porcelana que giraba; y después, entra en escena un perro amaestrado, lo que provocó en varias de las niñas del público un ¡hay que tan lindo!
‘Aguacate’ se suponía, sería la penúltima canción, antes de ‘Lengua negra’ (su sencillo), pero cuando todos nos marchábamos satisfechos por el show, el piano de Heneas empieza a sonar ‘El señor del saco azul’ y para rematar: ‘Donkey’ con los ojos del burro vendados.
Colombia ganó dos – cero y Parlantes, viejos zorros del circuito independiente, sin ínfulas de ser la mejor banda de la ciudad, pero sí haciendo lo que les provoca, le trasmitieron a la gente esa sensación de libertad, que combinada con su creatividad musical, no dejó hacernos los de los oídos sordos.