“El rock no existía desde siempre y no va a existir siempre. El rock puede ir uno diciendo que es un asunto ya de viejos. Los jóvenes están metidos en su música electrónica y cosas nuevas. No sé si ese virus nos va a ir entrando por acá también y vamos quedando ahí como unos bichos raros que todavía nos gusta eso. Espero que no y espero que se vaya a ir reinventando como se ha reinventado desde 1955 a hoy. Y de pronto es que estamos en un cambio de piel fuerte; pero también es difícil pensar en que se acabe una cosa tan fuerte y tan buena”: Pedro Villa.
Texto de Alexander Múnera Restrepo y fotografías de Yojan Valencia // @YojanValencia - @_AlexanderM
Hace algún tiempo, no mucho, Alejo Duque (baterista de Bajotierra y Tequendama) me contaba en una conversación, aludiendo al regreso de Bajotierra, que Pedro Villa siempre estaba dispuesto, que tocar con él era un gusto y una diversión. Ahora, uno o dos años después, como si se hubieran puesto de acuerdo, Pedro le devuelve el halago y dice que tocar con el Duque es un aprendizaje constante, y que su bajo suena mejor cuando Alejo está en la batería.
Villa es un veterano bonachón, siempre amable y preocupado de sus asuntos, al que desde siempre le gustó el rock. Empezando su adolescencia, tuvo acercamientos con la guitarra eléctrica y a los 15 años conformó su primer grupo, que fue más un dúo, el cual armó con Ricardo ‘Ricky’ Restrepo, actual baterista y cofundador de Estados Alterados. Por esos días, elegía dejar su guitarra en la casa de Ricky para que sus padres no lo “regañaran” debido a sus preferencias musicales. Parte de su vida transcurrió entonces entre la eterna dicotomía de hacer lo que se debía y hacer lo que quería.
Fue una época de descubrimientos sonoros, geográficos (dentro de Medellín) y de revelaciones a partir del gusto. Declarado punkero, se dio cuenta muy rápido que aquella Medellín no estaba preparada para ellos; sin embargo, como si fuera una marca, la música, con The Clash a la cabeza, siempre acompañó esa época y las que siguieron.
Descrito asimismo como un hombre práctico, más que la guitarra, lo que a él le llamaba la atención, eran las primeras cuatro cuerdas de la misma, así que más temprano que tarde, cambió de instrumento y se quedó con el bajo definitivamente. En ese andar, tuvo la posibilidad de tocar con personas como ‘Panelo’ (Carlos Olarte - QEPD), Vicky Trujillo (después dj de la emisora Veracruz Stereo), Germán Cañellas y con el productor musical Luis Fernando Ochoa, con el mismo que alcanzó a sacar un disco de 45rpm; entre otros músicos, con quienes hizo parte de la primera banda de planta del bar Blue Rock.
Dentro de los ires y venires juveniles, con un poco más de experiencia y gracias a que estudiaba en el mismo colegio de los fundadores (Jaime Andrés Pulgarín, Lucas Guingue, Cesar Cure y Nicolás Naranjo) de Bajotierra y compañero de salón de la hermana de Papocho (Jaime), lo invitan a grabar el primer disco de la banda, reemplazando a la bajista fundadora. Ahí se queda hasta la primera para del grupo a finales de los 90.
Bajotierra firma con Codiscos y produce dos álbumes con esta disquera. “Lavandería Real” fue el segundo trabajo, con el que estaban convencidos de que se iban a catapultar como banda de rock para el país y la región; sin embargo, en ese momento “no pasó nada”. La opinión que muchos tenemos, acerca de que esta placa es una de las mejores de la historia del rock colombiano, al parecer llegó un par de años después, ya que los viajes y los conciertos pagos que estaba esperando la banda gracias a ese disco nunca llegaron.
Luego de 20 años regresan a celebrar el aniversario del “Lavandería Real” y tras el rotundo éxito de ese retorno, resuelven quedarse a seguir tocando y armar canciones nuevas; sin embargo, Pedro decide retirarse de Bajotierra y continuar con Parlantes, su banda de más de 10 años, con tres discos en su haber y en donde actualmente se siente más cómodo.
Si bien dice que Parlantes no es un grupo tan reconocido o con canciones tan importantes como las que tiene Bajotierra, con conciertos dos o tres veces al año, sí ensayan cinco horas a la semana y despacito; pero con buena letra, ajustarán muy pronto un cuarto álbum, del cual Pedro habla con orgullo, ya que, como bien lo dice él mismo, el grupo ha pasado por varios momentos de tensión, especialmente con la itinerancia de sus integrantes (John Henao, José Villa y David Robledo ya no están en sus filas), lo que ha exigido a la banda, ser más recursiva al momento de componer sus canciones.
Declarado bajista a punta de interpretarlo por más de 30 años; psicólogo de profesión, pero dedicado a la construcción de edificios desde hace más de 25; uno de sus sueños es poder dedicarse a la música tiempo completo. Mientras tanto, habla emocionado del siguiente trabajo discográfico de Parlantes y bromea con que “en algún momento quedará uno solo en la banda y va a tocar en el metro… Y yo siempre he dicho que soy yo el que lo va hacer con una cajita de ritmos”.
Pedro es un aterrizado de la vida y un soñador de la música. Aunque no se considera un virtuoso y a veces ve al rock sin futuro, le da todos los créditos a su carrera músical por los momentos más felices de su vida. A lo que muchos podríamos responder con unas gracias también para él, porque su música, la de Bajotierra en su momento, y la de Parlantes ahora, al igual que a él, nos ha regalado momentos felices.
En el próximo álbum hay una canción que se llama “El sueño de Pedro”; pero no es la primera vez que es citado en una canción de Parlantes, en "Odette" del primer disco y en "Futuro Anterior" del tercero, también se escucha fuerte y claro su nombre.