HagalaU deja abierta su editorial para que el público, los músicos, los periodistas y todos los que vibramos con la música, opinemos sobre el maltrato al que se ven sometido los músicos como ocurrió el pasado 16 de agosto en un concierto en Medellín.

¡Qué pena ajena sentimos al saber que en una ciudad como Medellín aún le lanzan botellas plásticas a un grupo musical cuando está en un escenario! La razón: al público no le gusta la propuesta que escucha. Y eso está claro y es entendible, pues no todos tenemos los mismos gustos.

Pero, aprovechemos para reflexionar: ¿se imaginan donde nos gustara exclusivamente el metal? ¿Creen que sería muy parchado que el único ‘sonido’ que existiera fuera el rap o el punk clásico? ¿Se imaginan que en esta ciudad no existieran sonidos como la electrónica, el pop, la salsa, el folclor, el jazz, la clásica, por citar solo agunas estéticas musicales? ¿Les cabe en la cabeza? ¡No!, y de ñapa imaginen que, como escuchamos la misma música, entonces nos vestimos todos con la camiseta blanca, platineras, yins a rayas, es decir, todos uniformados? Ja… donde nos gustara únicamente el cine de autor y no tuviésemos la posibilidad de otra lectura distinta a la literatura existencialista. ¿Ustedes conciben una ciudad así? Si lo hacen, están negando la existencia del otro, que es su hermano, su pana, su novia o novia, su padre y hasta sus hijos.

Por eso HagalaU ¡No pase de largo!, reitera de nuevo que asume la música como una de las representaciones más fidedignas de la condición humana. Y, con total conciencia, rechazamos que en un pasado concierto de hip hop los asistentes hayan literalmente bajado a un grupo del escenario, maltratando a sus integrantes con tarros de agua, sin dejarlos presentar su propuesta. ¿Se imaginan cuánto tiempo enasayaron? ¿Saben cuánto dinero gastaron en ensayos? Si hay personas que padecen de pánico escénico y no son capaces de exponer en un salón de clase frente a 25 sujetos, ¿han imaginado lo difícil que debe ser tocar frente a 3mil personas?

HagalaU los invita a reflexionar para que tomemos conciencia de lo importante que es la diferencia para el desarrollo de una sociedad incluyente y libre. ¡Es paradójico! Agredimos a un grupo que está proponiendo vida desde la música mientras en la comuna 13 de Medellín el lunes 24 de agosto mataron a un músico de rap y hace una semana asesinaron a un joven a la salida del colegio. Somos dueños únicamente de nuestras propias vidas y de nuestros gustos. Por eso, lean con atención: ¡La música nos ayuda a entenderlo!

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