De izquierda a derecha aparecen en la foto Morales e Iraka, fundadores de Jaibanakus
Hablamos con los dos creadores del grupo Jaibanakus, proyecto que pasó por la sexta edición del Festival Hertz celebrada el pasado 20 de febrero en Bombay. Esculcamos en su historias, sus búsquedas actuales, sus aprendizajes y proyectos. Nos dejamos arropar por su "Tropikalismo Salvaje".
Santiago Arango: ¿Cómo fueron esos procesos por los que han pasado ustedes, qué experiencias han tenido en la música que precisamente recogen y lo traen ahora a lo que es Jaibanakus?
Iraka: Esta película empieza en el 2002 aquí en la ciudad de Medellín con el proyecto El COLectivo, fue uno de los primeros parches de la ciudad en trabajar la electrónica, la canción electrónica y la fusión electrónica como tal. Grabamos dos discos: el primero, un Ep de cinco canciones que y se llamó El COLectivo; y el segundo que sacamos en el 2006 llamado 'Relieve'; también estuvimos en compialdos como Lounge.co en síntesis y tuvimos un proceso que duró más o menos hasta el año 2010. En ese año paramos de trabajar en este proyecto y cada uno tomó caminos diferentes aunque siguiendo siempre en contacto con los compañeros de la banda y colaborando en los diferentes proyectos que cada uno creaba.
Santiago Arago: ¿Qué músicos pasaron por ahí e hicieron parte del proyecto?
Morales: Por ahí pasó mucha gente: podemos mencionar a Magio, que en este momento está liderando el proyecto Sereno, productor; con él también tuvimos un estudio de grabación que se llamaba “Nativo”, allá trabajamos en su momento con varias bandas de la ciudad e hicimos la producción de nuestros dos primeros trabajos con El COLectivo. Totalmente autoproducidos, todo fue generado por nosotros.
También participó Federico Franco que en su momento también estuvo en la banda; David Machado, quien tiene su proyecto personal de cantautor; estuvo ZDey, Dj metido en la música electrónica, ahora incursionando en otro campo, en las visuales; en representación de las mujeres, estuvo Magaly Alzate quien hoy canta en Puerto Candelaria. En otro momento de la banda también estuvo Nicolás Guevara en la batería, quien en su momento tocaba en el grupo de jazz electrónico Polaroid...
Iraka: Y también participaron Pablo Correa, de Ghava. Por ahora como esos y ya en colaboraciones remixes, Caramego del Pez, Fede López, El Amarillo… ¡Ah, otro proyecto que se me olvidó mencionar en nuestro viaje musical fue Charco Corazón, otro proyecto que salió de ese nicho creativo llamado El COLectivo...!
SA: Es importante contextualizar a todos los que escuchan HagalaU Radio sobre Charco Corazón y sobre los orígenes de muchos de los integrantes en ese momento de El COLectivo, quienes no nacieron en Medellín y lo que hicieron fue reconocer su historia y tomar elementos de su región, del Suroeste del departamento. ¿Cómo incidió el campo?
Iraka: Desde que empezamos estuvo presente la inquietud que cómo incluíamos dentro de nuestra obra esa parte rural, esa parte autóctona y folclórica que nos rodeaba en los pueblos y que lograba hacer que nuestro sonido fuera mucho más particular. Esa era una parte muy fuerte a nivel de riqueza creativa.
SA: Si, en efecto propusieron una estética denominada trip trop sound, pasados más de 10 años, ¿Cómo acercarnos a esa sonoridad?
Morales: El trip viene de lo que evocamos el viaje, el trop es el trópico, todos los paisajes que tenemos aquí en nuestra geografía y lo que musicalmente nos despierta; y en ese sonido queríamos queríamos expresar cosas frías, cosas cálidas, cosas lentas, cosas rápidas, cosas corrugadas; por eso la inquietud de la música electrónica, por la síntesis, por la programación. Porque pienso que en ese momento éramos pioneros en eso en la ciudad y también algo muy importante que nos ha dado la identidad en los proyectos es que todos, como decíamos, venimos del campo. Entonces en Jardín se creó algo así como un nicho de músicos con los que logramos crear, además de El COLectivo, otros proyectos como Selvática, anterior precisamente a El COLectivo y posterior a Charco Corazón que fue como la fusión de ya varias geografías, porque ya estábamos involucrados otros personajes que no éramos solo de Jardín, pero que todos hacíamos parte del Suroeste antioqueño.
En ese orden, nuestra música fue adquiriendo un color y fuimos metiéndonos por otros matices como el hip hop, el trip-hop, el house, la canción como decía Camilo, sin perder ese color con las programaciones y la electrónica.
SA: Luego de ese contexto, ahora sí, ¿qué es Jaibanakus?
Iraka: La palabra Jaibanakus está construida a partir de la palabra Jaibaná, perteneciente a la lengua emberá; el Jaibaná es el chamán de la tribu. Y la palabra 'Jai', significa espíritu protector; son los espíritus protectores que empiezan a llegar cuando el Jaibaná empieza a cantar en su trance y a curar a través de este y a llamar a esos espíritus a que lleguen a que lo rodeen y le ayuden a sanar, esa es la misión de él. Ellos tienen un ritual que se llama el canto del Jai, que es el canto de la noche, porque generalmente los rituales se hacen en la noche y se sana a través del canto. Esa es la raíz de ese nombre que hemos construido, que hemos llegado para nombrar este nuevo proyecto, porque la idea es que nuestra música cure el alma, que la aliente, que le saque la fuerza para seguir adelante para estar contento... para enamorarse
SA: Morales, después del contexto que nos acaba de contar Iraka, ¿cómo ese sonido sanador, cómo ese impulso que dan precisamente las letras, las sonoridades que ustedes presentan en su estética Jaibanakus, cómo se ve reflejado eso en sus letras y en sus canciones, en su música? ¿Cómo describir esa apuesta, luego de reconocer su paso por proyectos como El COLectivo, búsquedas que se acercaron a músicas del mundo como Charco Corazón?
Morales: Es el resultado de muchos años de investigación en géneros, en sonidos, en ritmos, en instrumentos; a lo que estamos llegando es precisamente a eso, a las cosas que más nos han funcionado de cada uno de estos elementos para lograr algo con identidad, aunque no se trata de hacer un salpicón que finalmente no dice nada. Sí reconocemos que hacemos una fusión; tomamos elementos del hip hop, de la música electrónica, de la música caribeña, del folclor; tomamos elementos de todo lo que nos gusta, del trip hop, del house, y las líricas como Camilo dice, son esperanzadoras, son líricas positivas, son líricas que te van a poner en un estado y en una onda positiva. No queremos evocar ni queremos atraer cosas negativas. Nuestra música es valores positivos pues todo parte del amor, es buena onda que queremos expresar con el sonido.
S: Hablemos de las canciones. Cuando empezaron a construir “Aluciné”, la que representó su primer lanzamiento, ¿Qué color y qué rasgos querían darle a la canción?
Iraka: La canción cuando nació partió de una idea un poco influenciada por el bolero y la salsa, pero la montamos en una base percutiva de hip hop, más una onda algo surfer en las guitarras, un poco influenciado por la salsa; cuando introducimos los trombones, queríamos esa parte tropical muy contundente que nos da la salsa y un poco la psicodelia y oscuridad, es un poco melancólica.
Líricamente, la canción trata sobre alguien que se enamora de algo que realmente no existe, como nos pasa muchas veces a nosotros. Muchas ideas que nosotros mismos generamos y que cuando las vamos a agarrar son como una burbuja y ¡pum!, se estallan.
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SA: Seguimamos hablando del proceso de la banda, ¿cómo muta ese proceso de Iraka a Jaibanakus?
Iraka: Después de El COLectivo yo seguí haciendo canciones con Zdey y con Sereno. Con Zdey estuvimos en el Festival Internacional Altavoz en el 2011 y un día estaba yo en la casa de Morales, él tenía una pista y me dijo: “Hey, mirá esta pista que estoy haciendo”. Me la llevé y luego llegué con el tema. Vimos que el tema fue cogiendo fuerza y que había más temas. Inicialmente Andrés iba a producir mi disco como autor, él iba a ser el productor pero en el proceso las canciones fueron creciendo , así que se fue entusiasmando y aportaba mucho, hasta que resultó mitiéndose de llenó. Por eso llegamos al punto donde no nos interesaba que fuera una sola persona sino que fuera un proyecto y que tomara más fuerza, apoyado por nosotros y nutrido por nosotros. Esto lo empezamos más o menos en el 2011, donde empezamos a hacer las primeras maquetas.
En ese viaje, en el 2012 yo estuve viviendo en Bogotá; Andrés estuvo una temporada allá y allá hicimos tres temas. Entonces nos dijimos: “¡Uy, mirá estos temas están quedando como muy brutales. Sigamos!”. Y llegamos al punto donde ya teníamos 11 canciones. Lo otro era que en principio haríamos un sencillo con tres temas; pero cuando llevábamos cinco temas dijimos que sería de cinco y así... ¡ya llevábamos 11! así que pensamos: ¡ya saquemos el disco! En 2014 nos presentamos al festival Vive la Música y resulta que pasamos, esto involucraba montar las canciones en vivo, porque una cosa es tenerlas grabadas y la producción y otra es tenerlo en vivo. Y entonces arrancamos a trabajar el show.
SA: Desde esa lógica, ¿traían al ejercicio de ensayo o solamente estaban concentrados en la producción de las canciones?
Iraka: Estábamos solo produciendo, ni siquiera ensayando; grabando, componiendo, ese era el ejercicio y construimos las canciones, pero llegamos al punto en que ya estaban las canciones, entonces, ¿cómo sonarían en vivo las canciones? ¿Quién las tocaría? Entonces empezamos a buscar elementos que llenaran y apoyaran mucho más a nivel de infraestructura, a nivel de banda y como show; en ese periodo incorporamos a Candelo en la batería; luego llegó Mauricio Castro en la guitarra y empezamos a solidificar la banda, a montar los temas y a darles carácter, porque los temas mismos van pidiendo pa’ dónde van a coger, qué quieren, qué les hace falta. Finalmente empezamos a ver a la banda en vivo sonar, empezamos a entusiasmarnos más porque definitivamente nos gusta mucho más lo que estaba pasando en vivo con lo que ya llevábamos... Llegamos entonces al momento en que pasamos al festival, montamos el show, estuvimos en Circulart, rueda de negocios, fuimos incluidos en el compilado que sacó el festival Vive la Música y en 2015 integramos el cartel oficial de la edición internacional de Altavoz Fest.
SA: Morales, cómo fue ese momento en el que Iraka tenía unas ideas en la cabeza y te dice, "produzcamos", pero terminás enamorado del proyecto y te vinculas como un integrante más, ¿qué fue lo que te sedujo?
Morales: Inicialmente sentir que la magia ahí está y no se ha ido, sentir que todavía pasan cosas interesantes a la hora de crear, que podemos llevársela al público y que podemos expresar emociones y sentimientos con la música. Nosotros veníamos un poco bajoneados después de todo este proceso con El COLectivo para luego para y todo el cuento... Entonces Camilo llega y le digo que tengo esta propuesta. Tengo una pista y le digo que le monte una letra y la letra que le montó queda muy bacana, entonces ese mismo día nos sentamos a trabajar en la propuesta de él. Empezamos a estructurar y desarrollar ideas, empecemos a producir, a estructurar. Teníamos muy buena comunicación, la música fluía, no nos estábamos forzando, y eso en gran parte me llevó a pasar de producir un artista a ser productor de un proyecto del cual hago parte y en el cual quiero aportar mis ideas y mis emociones también. Veo gran potencial. Me llama la atención la voz de Camilo, siempre lo he dicho y he estado trabajando con él.
SA: ¿Cuál es el sello que encontrás en su voz?
Morales: Hay una identidad. Como él lo dice, él tiene adentro ese Jaiba, ese Chamán en su voz y en la voz vamos a poder apreciar una potencia y un color característico. No es una voz común, es un color particular y todos lo vamos a poder apreciar.
SA: ¿Qué viene para un proyecto como Jaibanakus luego de los aprendizajes tras pasar por múltiples proyectos?
Morales: Hemos aprendido mucho. A nivel administrativo, cantidades. Esto es como montar una empresa, entonces mucha organización, mucho orden, mucha proyección. Estaos en un proceso en el que queremos hacernos visibles a nivel local, logrando el mayor alcance que podamos tener. Viene producir más música y plasmar esto que ya tenemos en un disco que lanzaremos en el primer semestre de este 2016.
Santiago: Iraka, ¿Qué te ha dejado todo este tránsito en la música, los amigos, los festivales, los amores que vienen y van en ese tránsito también? ¿Qué te ha dejado precisamente como lección mayor para aplicarlo en lo que viene para Jaibanakus?
Iraka: El mayor aprendizaje es optimizar los recursos y ser muy prácticos; es decir, tratar que las ideas no desborden la capacidad de desarrollarse. Cómo podemos desarrollar una idea de manera rápida, sin que sea de mala calidad, sino que sea un resultado contundente. Cómo logramos que un proyecto se materialice mucho más rápido sin dar tantas vueltas como antes pensábamos, ir allí, ir acá, cómo hacemos esto, cómo hacemos lo otro. Qué hemos aprendido: a ser lo más rápido, lo más fácil y más contundente. Entonces la cosa es ahora, hacer las cosas bien y que no se prolonguen mucho los resultados.
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