Hay varias cosas para mencionar del primer día en la octava edición del Altavoz Internacional:
Lo bueno
El público, a pesar de no haberse llenado la cancha auxiliar cincuentenario, los asistentes se portaron a la altura de un festival internacional, sin tropeles, sollándose las bandas, dejando de lado el frio y la lluvia.
Las bandas
Luego, las bandas (o al menos algunas de ellas)… Empezando con JuanitaDientesVerdes, quienes con Guido Isaza a la cabeza se acercaron al lema del festival que este año es: “Cuida el planeta”. Pintados de pies a cabeza con un color pardo y rodeados de unas cuantas ramas, no solo llamaron la atención por su puesta en escena y maquillaje corporal, sino que su música llegó fuerte y contundente a los oídos de los espectadores de la primera jornada del festival.
Con el Imperio de los Sueños, desde los conciertos clasificatorios se podía esperar lo que sucedió en el internacional, la gente bailó y se enrumbó con los sonidos del mundo que sugiere este grupo: el gitano, el celta, el klezmer, polkas, música hebrea, épica y otros más modernos como el bluegrass, folk rock y música Colombiana entre otras.
Velandia y la Tigra, fue directo, divertido, virtuoso… Solo tres músicos fueron suficientes para demostrar porqué fueron banda nacional invita. La rasga, estilo de música urbana creado por la misma banda, alteró los sentidos y las cabezas del Altavoz.
Reyes verdes fue el ingrediente perfecto para estar en la mitad de Velandia y la Tigra y 1280 Almas, un mensaje claro frente al cuidado del planeta y la evidencia de un trabajo durante años junto a la consolidación de una estética poco explorada en la ciudad. Los Reyes estuvieron acompañados de El Paya Durango de La Sinfoniska y de Alejandro Bernal de Mr. Bleat. En el desarrollo de su show, mostraron canciones nuevas al igual que una búsqueda sonora que la gente aceptó de buena forma.
“La alegría es lo único que nadie te puede quitar…” Este fue una de las frases que nos regaló Las 1280 Almas, pues además de comentarios como el aludido antes, tocaron una mezcla de sus canciones más conocidas, junto a las que sólo conocían sus seguidores más fieles. Fue una banda que dio justo lo esperado por su auditorio.
Lo nuevo
Por primera vez en las ocho ediciones del Festival, la organización del mismo permitió la venta de una conocida marca de cerveza, que además también es uno de sus nuevos patrocinadores. En ese mismo orden de ideas, la empresa privada se une al Festival de Rock más importante de la ciudad.
Por otro lado, el stand de la red de músicos independientes de la ciudad también hizo parte del internacional. “Se propone un red para la integración y gestión de la música independiente. Una red que permita la acción colectiva y el fortalecimiento de las diversas escenas musicales de Medellín…” Éste un fragmento del volante que se puede recoger en el puesto donde están instalados.
Por mejorar
El espectáculo que brindó una banda como Plastilina Mosh bajó el nivel del Festival, sus covers de Metallica y Bob Marley, sus comentarios insulsos, su evidente improvisación en el escenario; además del cansancio normal de toda la jornada, hicieron que la hora y media que estuvieron en tarima se convirtiera en un acto de valentía (que para muchos tal vez no estuvo recompensada) verlos y escucharlos hasta el final.