Un monstruo marino hace música en Medellín

 

@AlexHagalaU

La verdad es que estaba algo inquieto con esta entrevista pues no sabía que esperar, ¿Quién se iba a imaginar que alguna vez estaría entrevistando a un “monstruo de mar”?

Llegó muy puntual, se dirigió hacía la mesa donde lo esperaba con un bastón muy particular (más tarde me dijo que hacía parte de los restos de Moby Dick) que le ayuda a sobrellevar su cojera de nacimiento; con lentes de marco blanco, tentáculos en la cabeza y saludando muy amablemente a todos los que lo veían un poco consternados por su presencia.

Era Pulpomán, y a continuación una pequeña conversación que tuve con él hace pocos días.

Alexander Múnera Restrepo: ¿Usted de dónde viene?

Pulpomán: He conocido tantas cosas… Entonces no te podría decir de dónde vengo, de tal ciudad y de tal país; pero digamos que soy del fondo del océano. Allá todavía no tienen la costumbre de ponerle nombre a las cosas.

AMR: Hábleme sobre su propuesta musical, de lo que usted le presenta a la gente, ya que no es solamente música, sino que también es puesta en escena, incluso percibo artes plásticas…

Pulpomán: La música mía es coger todo lo que he escuchado en los viajes que he hecho, todo lo que he escuchado en el fondo del océano, todo lo que he escuchado fuera de este planeta (yo he viajado a otros planetas también) y en este entorno… Es juntar eso y ponerle una bomba, luego junto los pedazos y hacer algo de ahí, esa es la música mía.

AMR: Cuando usted dice que ha viajado a otros lugares y a otros planetas y que de ahí es donde extrae los sonidos que le presenta a la gente, ¿cuáles son esos lugares? Cuénteme algunos.

Pulpomán: En el fondo del océano existen sonidos muy particulares, la de las latas de la gente que está tomando su cerveza o su refresco ahí en la playa, a veces se llenan de una sustancia muy pesada y caen y chocan contra algún coral, ese sonido es único y es hermoso, entonces yo tomo ese sonido. Fuera de esta galaxia hay un planeta que se llama Ormel y allá la gente no escucha música, tienen unas miradas grises; pero hacen unos sonidos muy particulares con la boca y ese sonido también lo he extraído…

AMR: Entonces usted se mantiene con una grabadora para extraer esos sonidos o ¿cómo se los lleva después para incluirlos en su música?

Pulpomán: En las ventosas llevo algunos y cuando las tengo llenas también en grabadora; aunque las grabadoras no se pueden mojar, aún no han inventado alguna que se pueda mojar.

AMR: Hábleme de los instrumentos que usted interpreta, tengo entendido que usted utiliza el acordeón, por ejemplo, que es un instrumento que no es común para la música que se hace en Medellín.

Pulpomán: El acordeón se lo heredé a mi maestro, un marinero borracho que se llamaba Wolfgang; era un negro enorme y él me enseñó a tocar el acordeón. Sobre él voy a hablar en mis próximos conciertos, voy a contar quién era Wolfgang y cómo fue que dejó de habitar entre nosotros.

AMR: ¿Qué otros instrumentos utiliza para recrear todas esas sonoridades que extrae de sus viajes?

Pulpomán: Realmente lo que hago es tomar un sonido cualquiera y lo paso por unos filtros, hay varios filtros que me deforman algún sonido que yo quiero para imitar el que tengo guardado, a veces extraigo el que tengo en la ventosa y lo pongo en la grabación.

AMR: Conversemos ahora de su vestuario ¿de qué lo hizo o dónde lo compró?

Pulpomán: A mí me gustaría hacer estos trajes; pero en realidad quien los hace es mi esposa (yo soy casado). Yo antes andaba de cualquier manera, en el fondo del mar casi nadie se viste, salvo alguna sirena pudorosa que de pronto se cubre; pero usualmente yo no me preocupaba mucho por esto.

AMR: ¿Qué tiene que llevar la gente a un concierto de Pulpomán? ¿Cómo tiene que ir vestida? ¿O qué expectativas debe tener alguien que vaya a un concierto de Pulpomán?

Pulpomán: Esa es una gran pregunta. La gente tiene que llevarse toda la frustración y la tristeza que tenga. Y todos sus prejuicios… A ver qué hacemos de ahí, si de pronto sale algo bonito.

AMR: ¿En qué momento decidió salir del fondo del mar, mostrarse tal como es y compartir su música?

Pulpomán: Toda la vida yo había querido salir a cantar y no me atrevía… Y yo creo que eso se lo debía a mi padre que era un poeta borracho, y bueno, a él le debo el exhibicionismo básicamente que es lo que me sacó. Yo viví escondido 30 años y creo que es justo dejar de esconderse y salir a ver qué hay por ahí.

AMR: ¿Qué cosas buenas rescata usted de sus viajes? A parte de los sonidos que se trae para incluir en la música que hace.

Pulpomán: Cada vez que hago un viaje traigo un poquito más de certeza de que no es necesario salir, tú puedes agotar todas las experiencias del universo encerrado en tu cuarto. No vale la pena explicarlo pero te lo voy a decir con un verso de Shakespeare “Podría estar encerrado en una cascara de nuez y sentirme el rey de un espacio infinito.” Eso lo dice Hamlet en algún momento.

Luego hablamos unos minutos más sobre la ubicación de su casa en Medellín, sus influencias, las letras de sus canciones, entre otros temas que en vez de agotar mí curiosidad, más la alimentaba…

Este monstruo que también (según él) fue Dios en una tribu sin nombre ubicada mar adentro en el Darién, lo podrán ver y escuchar en:

– Martes 28 de enero en la librería Sin Fronteras (Bello) a las 8p.m.

– Jueves 30 de enero en La Camerata (Carlos E. Restrepo) junto a Fede Franco a las 8p.m.

– Viernes 31 de enero en La Ventana de Dulcinea (Envigado) 9p.m.

– Sábado 15 de febrero en Staccato (Una cuadra arriba de la Estación Santa Lucía del Metro) 8p.m. 

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