Redacción HagalaU // Octubre de 2010
Tenebrarum
La tarima giró y con ustedes Tenebrarum acompañado por la Orquesta Filarmonica de Medellín. Miles de manos al aire agitándose, aplaudiendo. El púbico hipnotizado, los punks, los del reggae, los del hip hop, todos estaban de acuerdo: lo que se veía era arte. Tenebrarum se tragaba la tarima, se mueven de un lado al otro del escenario, están cumpliendo 20 años y tocan con la experiencia de una banda de treinta y la pasión de una banda nueva. Una luz blanca ilumina a la Filarmónica y todos mueven la cabeza, sienten la música, son parte de la canción. Hay un solo de violín David Rivera acompañado por la orquesta, el público atento, hay matices, hay fuerza, hay pasión, en ese momento se siente la comunión entre el artista y el público: hay silencio, concentración y cuando todo termina el estadio cincuentenario explota en un apasionado aplauso. “Con un público así valen la pena otros veinte años”. Empieza la canción El Vuelo de las almas y sale al escenario el Vampiro, blanco y calvo, con sus alas negras y plataformas con los cascos de macho cabrío. No hay duda, Tenebrarum está dando un show de nivel internacional.
Las coristas mueven la cabeza, el público asoma los celulares, hay cientos de cámaras guardando ese momento. David se despide del púbico, todo el mundo aplaude, el resultado es unánime, uno de los mejores shows vistos en la historia del Altavoz.