Lunes tranquilo en Altavoz 2009, poca lluvia y mucha receptividad por parte del público hacia las propuestas auditivas de esta jornada.
Alexander Múnera Restrepo
Dicen que “los últimos siempre serán los primeros”. Pues eso fue lo que le sucedió a Dínamo quien abrió el tercer día de conciertos en Altavoz y dejó a más de uno gratamente sorprendido con la voz su cantante Gianny Aicardi.
Los segundos fueron Tom Sawyer, banda liderada por Rogelio (miembro también de Mojiganga), que parece estar dejando de lado su tradicional neopunk, para mutar a un sonido más disciplinado de punk rock e incluso de simplemente rock.
Para las 2:00p.m. la banda Chucknorris de Venezuela estaba en el escenario con una actitud prendida y deseos de poner a saltar a la gente con sus insumos sonoros: rock, hip-hop, pop y pizcas de electrónica, sirviendo como puente para la tanda de este género.
Protov comenzó el segmento electrónico. Con máscara de gorila uno de sus integrantes y el otro con pasamontañas, dejaron a la imaginación sus rostros y se dedicaron a mostrar un sonido minimalista y de experimentación. Goes, repitiendo este año en el internacional, salió con una propuesta limpia y fiel a otras presentaciones suyas donde la vitalidad escénica relució.
Más tarde, Demoizella vistió de gala esta tendencia. Con un vestuario y maquillaje fastuosos, sorprendió a varios visitantes del festival con su sensualidad vocal y su beat matizado por el dance hall inglés y el electro old school de raíz neoyorkina, fundido con elementos dub y dubsteb de trazos oscuros. Por su parte, Mr. Bleat llegó lleno de energía, pero a la vez de serenidad, sonando como un grupo de electro rock con tinte musical de banda internacional.
Sobrepasando la mitad del cartel y aún sin llover, Felipe Carmona de Artefacto caminó ejecutando su guitarra por el pasillo que partía a la mitad la Cancha Auxiliar del Cincuentenario. Canciones del próximo disco, Naki como invitada y una explosión de confeti al terminar, fue lo que más sobresalió de este toque.
De ahí, Tr3sdeCorazón subió los ánimos -los cuales ya no bajaría sino hasta la última canción de Fobia- con un repertorio copado de sus canciones más conocidas y pocas nuevas. La gente poguió y gritó los 38 minutos del concierto.
CiegosSordoMudos le regaló un respiro al público y lo puso perceptivo, escuchando con cuidado el rock and roll sicodélico de este grupo capitalino, que cantó frases como “…En un jardín de espinas cuelgan los corazones…”, acrreditando su inteligencia y poética al momento de componer.
Pero el CyberPunk de los Pornomotora, con sus efectos y líricas introspectivas, de nuevo le puso adrenalina a la noche. La mojiganga (una de las bandas más esperadas del festival) logró canalizar toda esa energía y la convirtió en un concierto saturado de fuerza y acelere que dejó a muchos sin aire por saltar todos los temas interpretados.
Con Fobia se creó otra atmosfera. Con una leve llovizna y todos a la expectativa de lo que haría el grupo mexicano, las revoluciones mermarían un instante; sólo hasta que la banda de El Diablo y Miel del Escorpión salió para tocar por casi hora y media varios de sus hits y algunas canciones nuevas.
Los manitos probaron a los escépticos que creían en la grandeza de la banda en los 90’s; pero desconfiaban de su música actual, que sigue siendo vigente y que aparte de su nueva propuesta, la cual corresponde a los sonidos del nuevo siglo, sus clásicos aún mueven cabezas y corazones de todas las edades.
Jamás alguien o algo será perfecto, y partiendo de ahí, sería fácil decir que Altavoz 2009 tuvo falencias en varios frentes, como pudieron ser la entrada del público, el tiempo de toque para las bandas (para mi gusto muy largo), entre otros aspectos; pero si hubiera que calificar el festival en términos generales, incluyendo sus deficiencias, podría decirse igual de fácil, que el festival este año demostró por qué es el segundo más importante del país…
¡Felicitaciones Altavoz 2009!