¡Qué irónica es la vida! Esta semana en Medellín se celebró el III Congreso Iberoamericano de Cultura con una irradiación de color y alegría que a todos nos arropó con arte y canciones; también en Bogotá en el marco de Rock al Parque se presentaban los grupos de medallo Mojiganga, Fértil Miseria, Cromlech, Witchtrap y Providencia, hecho que es un logro en la carrera de los músicos independientes del país: ¡pero mientras unos cantábamos a otros los silenciaban con balas! El domingo 4 de julio fue asesinado en la comuna 13 uno de los integrantes del grupo cultural Son Batá.
Con profundo dolor todo el equipo de trabajo de HagalaU rechaza esta muerte y sigue apostando por la creación artística, las manifestaciones de vida y el trabajo colectivo.
Es increíble pero en los 2 últimos años han asesinado 4 músicos de nuestra ciudad: Néstor de Los restos, Monsa de Cromlech, Colacho de la Elite Hip Hop y ahora Andrés de Son Batá. ¿Quién sigue? ¿Otro gestor cultural? ¿Otro músico? ¿Un profesor universitario? ¿Un político o un cura? ¿Nosotros? Nuestro deseo es que no apaguen la vida de nadie más. ¡No queremos más asesinatos en Medellín ni en ningún lugar del mundo!
Lo más asombroso es que aún las personas vean las políticas del Estado colombiano como exitosas: ¿es esta la Seguridad D-E-M-O-C-R-A-T-I-C-A? No nos imaginamos como sería entonces la inseguridad democrática. Pero bueno, quizás en los próximos cuatro años lo entendamos.