Por: Santiago Arango Naranjo
@santiagocancion santiago@hagalau.net
La Alianza Francesa de Medellín tiene abierta la convocatoria de la Fiesta de la Música para su edición #11. Y como ya es habitual, cada año se expresan los que apoyan esta iniciativa y también alzan con vehemencia su voz los detractores.
Lo cierto es que, como muchas cosas en la vida, participar es de libre albedrío. Cada grupo o artista decide si participa o no. Es así de sencillo.
Hoy presentamos dos caras de la moneda:
1. Convocatoria. A partir del lunes 1 de abril y hasta el viernes 19 a las 5:00p.m. está abierta la convocatoria. La Fiesta está abierta al rock, tropical, jazz, reggaetón, electrónica, clásica, coral hasta y las nuevas tendencias. Es importante contarles que la reunión informativa es el jueves 11 de abril a las 6:30 p.m. en la Alianza Francesa de Medellín, sede Centro. Informes en http://fiestadelamusicamedellin.com/
2. Invitan a no participar. El músico colombiano David Machado reflexiona sobre la Fiesta de la Música con una conclusión: “No a la Fiesta de la Música en Medellín”.
Opiniones divididas y por eso reiteramos. Libre albeldrío. Nadie puede “forzar” al otro a cambiar de postura. Los que creen en la Fiesta de la Música y participen, válido. Asimismo, quienes no participen y además critiquen la Fiesta, es respetable.
El debate debería ir más allá de la Fiesta de la Música y reflexionar más en función del quehacer musical y todos sus actores en la ciudad: ¿Están cualificados los medios de música independiente en la ciudad? Los músicos, ¿tienen claro por qué y para qué tienen una banda? El público, ¿es consciente del consumo cultural, saben qué es consumo cultural? ¿Hay indicadores o investigaciones en Medellín que permitan saber cuál es el comportamiento del público respecto a la asistencia de los conciertos? ¿Se deben acabar los recitales de entrada libre? ¿Es libre un grupo o artista de decidir dónde toca y por qué lo hace? ¿Cuáles son las estrategias con las que el sector de la música en la ciudad regula la oferta gratuita y de qué manera los estamentos públicos están vinculados?
En fin, siempre se abre el debate, cada año, con la Fiesta de la Música, así que debemos trascender y plantear propuestas puntuales, fundamentadas y soportadas con una plan de acción, un plan presupuestal, unas acciones con mirada más allá de un evento particular. Aquí está HagalaU para aportar a la construcción.
A continuación la carta completa de David Machado, respetando la ortografía y la versión original:
“Medellín, 6 de abril de 2013
Estimado Jack Lang, cordial saludo.
Como usted la creó desde 1982 en Francia, La Fiesta de la Música, es una celebración que se realiza el 21 de junio, el primer día del verano del hemisferio norte. Tiene la intención francesa de la universalidad, como una síntesis práctica de la igualdad, la fraternidad y la libertad. El objetivo del evento es promocionar la música de dos maneras: La primera que los músicos voluntariamente salgan a tocar a la calle. Desafortunadamente, en este punto, señor Lang, encontramos el primer inconveniente y es que en lo práctico, La Alianza Francesa de Medellín no trabaja en la promoción y la realización de esta idea, que a nuestro modo de ver, debería ser el centro conceptual y real de la fiesta: Salir a tocar a la calle y hacer la fiesta de la música.
Suponemos que la razón para invisibilisar este principio fundamental de la fiesta tal y como usted la creó, es el hecho de que las prácticas musicales que se lleguen a realizar por fuera de los espacios estandarizados o por fuera de los llamados conciertos gratuitos, serán obviamente prácticas y movimientos que quedarán fuera del control logístico y político de La Alianza y de la oficialidad Medellinense. Por otro lado y tal vez aún mas grave es el hecho de que: Salir a tocar a la calle y hacer la fiesta de la música en la calle, cometiendo el acto de celebrar la música viva en un no-lugar, en un espacio anónimo, un territorio sin logotipo, sin estandarte y sin la presencia explicita de la institución, pondría en riesgo el prestigio conservador de la fiesta y no le reportaría ningún beneficio al proceso de difusión cultural que conocemos como La Alianza Francesa. Por esa razón Salir a tocar a la calle y hacer la fiesta de la música no es realmente un objetivo para los organizadores del evento, y en ningún caso es una práctica susceptible de ser motivada, apoyada y difundida.
Como usted lo concibió, la segunda manera de promover la música en La Fiesta de la Música, es con la organización de conciertos gratuitos. Habría entonces que comenzar a responder acá la pregunta: ¿Gratuitos para quien?
Conciertos gratuitos para el público? No hay mucho que decir. A pesar de que el consumo de bienes culturales en Medellín para la gran mayoría, no encabeza su lista de prioridades o ni siquiera hace parte de una lista de prioridades, el público sigue mereciendo con creces los conciertos gratuitos.
Conciertos gratuitos para los organizadores e inversionistas? Diríamos sin temor a equivocarnos, que en este caso no podemos hablar de gratuidad. En este punto el concepto de lo gratuito no resiste el análisis y empieza a pesar la idea de rentabilidad; solo el año pasado en Medellín, durante horas, mas de 39.000 personas fueron consumidoras pasivas de la descarga publicitaria que los organizadores y los inversionistas, instalan en los llamados conciertos gratuitos. Respetado señor Lang, si cotizáramos con una agencia x, el costo de impactar a 39.000 mil personas, durante un tiempo promedio de una hora, con las estrategias gráficas publicitarias de 10 o 12 de entidades y empresas de gran envergadura financiera, probablemente nos encontraríamos con costos muy altos. Volúmenes de dinero con los cuales podrían financiarse entre otras cosas, estímulos económicos para los músicos que hacen La Fiesta de la Música en los llamados conciertos gratuitos.
Conciertos gratuitos para los músicos? Gratuitos no. Costosos y muy costosos. Muchos saben que la inversión de producir un concierto sobrepasa casi siempre los presupuestos con los que los músicos a veces contamos. Para los músicos la fiesta es una idea muy buena y pasan cosas maravillosas en ella, pero la verdad sea dicha, todo tiene costos materiales y en este caso son los músicos los que están asumiendo la mayor parte del esfuerzo.
Tanto para el público, como para los organizadores e inversionistas hay ganancias notorias en todo el ejercicio. Señor Lang, como diría su compatriota Pierre Bourdieau, el público gana en capital cultural y social, los organizadores ganan capital político y los inversionistas ganan capital económico, cultural, político y social. Pero paradójicamente los músicos que son el centro de la fiesta solo ganan en capital social y además no recuperan su inversión económica. Todo esto con el antecedente agravante de que hoy en día en Colombia, las entidades encargadas de recoger el dinero de los músicos no funcionan, y por lo tanto, durante todo el año, y sin ninguna retribución monetaria para la gran mayoría de los artistas que han publicado su trabajo, se escuchan y se venden ilegalmente cientos de miles de minutos de música a través de muy diversos medios y lugares. Esto puede verse entonces, como que los músicos permanentemente están donando su trabajo y por lo tanto, podríamos preguntarnos: ¿cada vez que se escucha una canción sin hacer retribución monetaria para sus creadores, ocurre la fiesta de la música?. Obviamente la respuesta es: no. La fiesta de la música es música viva.
Por lo tanto señor Lang, no queremos esconder la indignación y la sensación de frustración, no solo ante la falta de espacios y apoyos económicos, sino también ante la insuficiencia y la confusión que generan las pocas entidades y los pocos eventos con los que cuenta la cultura en nuestros amados pueblos latinoamericanos. Muchos realmente están convencidos de que hay una verdadera ética humanista en La Fiesta de la Música de Medellín y que es posible la democratización de la música a través de una fiesta masiva, en la que los principales actores no reciben un apoyo económico y su inversión se queda solo en el reconocimiento simbólico. Nosotros pensamos no es posible la coherencia ética en este caso; En tanto halla publicidad y los beneficios económicos se estén guardando solamente en los bolsillos de los patrocinadores o inversionistas, o como los llama La Alianza Francesa: Los Tenores, no habrá coherencia ni moral ni ética en este evento. Entonces concluyendo, dos cosas. La primera: en La Fiesta de la Música de Medellín 2013 hay una total ausencia de la supuesta principal manera de promover la música, tal y como usted lo concibió: Salir a tocar a la calle y hacer la fiesta de la música. La segunda conclusión: Coms entonces Sí hay ganancias económicas, lógicamente el primer beneficiario debe ser el músico.
Estimado Jack Lang, para finalizar esta simple perorata queremos anotar que somos totalmente conscientes de que el no-pago a los músicos a sido uno de los principios conceptuales fuertes de La Fiesta de la Música desde su inicio. No obstante y teniendo en cuenta los cambios en las tecnologías de la comunicación, en las culturas del consumo y teniendo en cuenta los beneficios mencionados en capitales discriminados, estamos absolutamente convencidos de que un estimulo económico, moderado e igual en tamaño para todos los músicos invitados a los conciertos gratuitos, no disminuye ni en mística ni en alegría, no le quita altura moral al evento y tampoco es un artificio de merecimientos sin sentido. Los músicos somos profesionales respetables y la sociedad nos necesita, y por lo tanto no nos sentimos representados por este evento. Queremos una Fiesta de la Música con espacios abiertos. No queremos convocatorias temerosas y parciales, que no exaltan a la música como una práctica posible fuera de la producción institucional y empresarial. Queremos conciertos gratuitos para el público y pagados para el músico. Queremos patrocinadores generosos y prósperos. Queremos entidades oficiales comprometidas con la música y orgullosas de su labor. Estimado señor Jack Lang, porque queremos sea mejor, mas ética, mas justa y mas grande, este año tristemente tenemos que decirle:
¡NO A LA FIESTA DE LA MÚSICA DE MEDELLÍN 2013!”.
Texto tomado del Facebook personal de David Machado: http://www.facebook.com/antroponauta