Alexander Múnera Restrepo
No podría tener otro título esta reseña y mucho menos el disco al que le da nombre. Una placa que ladra con furia lo difícil que es querer hacer y decir lo que se siente desde el corazón cuando las correas invisibles o en este caso los bozales, te oprimen y no te dejan ser.
“Trazar una línea en la pared, atravesarla a un mundo de olvido; acercarse a la mesa, inhalar lo prohibido; darle fuerza a los sentidos, profanar con el instinto, aquellas manos que te miran, que te quieren comer vivo…”.
Así canta Julián Velásquez junto a Alejandro Duque y Carlos Pino el séptimo track (Fauno) de su más reciente obra discográfica. Un trabajo que evidencia la experiencia adquirida de vivir en una ciudad extraña, agreste como todas las capitales del mundo; pero también muestra el bagaje musical del Duque (batería) y Pino (bajo), además del estudio instrumental del Nadie fundador.
Aunque por un instante pueda sentirse que el punk sigue siendo la base de su sonido, por la rapidez de sus tiempos y un par de canciones (Monólogos de un perro con bozal y Alguien te mira) que quizá despisten un poco; la verdad es que la exploración a un rock and roll más puro con algunos tintes reggae, tiene más peso a la hora de describir auditivamente estos monólogos.
Voces rasgadas, riff potentes, baterías duras, y bajos que soportan toda esa fuerza con bases bien establecidas. Letras introspectivas y a la vez críticas, las cuales hacen un llamado de atención para seguir en la lucha de lo que verdaderamente se quiere y no dejarse llevar por una sociedad de consumo que te exige cosas que al final no son tan importantes.
Es relevante agregar que cuando el Duque participa en algunas voces y coros de los 10 cortes que conforman este quinto disco de los Nadie, la banda asume un perfil renovado, con más ardor, distinto a sus anteriores trabajos.
De igual manera, se debe rescatar la apuesta que hace el power trío, al distribuir su música por la Internet de manera gratuita –aunque solo por un mes-; sumándose a la ya larga lista de colectivos sonoros como Pornomotora, Johnie All Stars, Remembrance of Pain, Mami y otros que vienen utilizando este tipo de medios virtuales para darse a conocer dentro y fuera del país.
Monólogos de un perro con bozal es una producción que puede tener muchas virtudes, de hecho sería justo decir que es un gran trabajo; sin embargo, su importancia radica en las historias que cuenta, las que se oyen y las que no. Historias que hablan sobre el poder del ser humano para elegir y sobre ponerse “a pesar de todo y en virtud de todo”.
Como dice con plata y a caballo, la canción número tres de esta placa discográfica: “alejarme ha sido lo más correcto para mi salud y los problemas en mi recto, tener claro que no quiero caminar por el sendero de la ¡uniformidad!”; es decir, ser un hombre… pero sin bozal.