Carátula del primer disco LP de Mueran humanos lanzado en 2011.
Por: Santiago Arango
@santiagocancion
“Mueran humanos” podría ser una frase que a modo de sentencia no sería injusta pero sí muy directa dado el caos de estos tiempos.
Lo cierto es que esas dos palabras sintetizan el nombre de un grupo musical: “Mueran humanos”, una exquisita convulsión de sonidos que van más allá de las clasificaciones de post punk, darkwave, synth, rock oscuro, electro clash u otras denominaciones.
Tomas Nochteff y Carmen Burguess, dos argentinos que pasaron por Barcelona para luego radicarse en Berlín –donde residen en la actualidad- conforman este dúo que se presentó en concierto en Medellín en el Museo de Arte Moderno.
Su nombre como banda, nos atrevemos a decir, no es otra cosa que la pregunta sobre el ser como individuo. ¿Nacimos para repetirnos? ¿Para hacer lo mismo que otros hacen? ¿Para ir a donde va la masa? “Mueran humanos” es la respuesta a un mundo globalizado donde se quiere alienar y homogeneizar a todos los sujetos, sin distingo de raza, nacionalidad o credo. Su nombre es como decir: “Púdranse… y mueran humanos”. ¡Aquí estamos nosotros con nuestras ideas y nuestra visión del mundo”.
Su música, al igual que sus letras y su nombre mismo, evidencias una multiplicidad de simbolismos reflejados en las voces sedadas de sus canciones, en el minimalismo ‘cruento’ de sus visuales en vivo donde la belleza se desmarca del arquetipo global, en la estética de su web, en el exquisito pilar arte-filosófico como banda.
Carmen Burguess y Tomas Nochteff: los cerebros detrás de Mueran humanos
Amamantados de la oscuridad, sin duda, aunque esta muta con sus canciones cual ráfaga de luz que entra imperceptible porque se incrusta a través de orificios, así es este grupo que funda su estética en la libertad de componer, crear y hasta “agredir sensitivamente” los estereotipos.
En una cotidianidad donde los grandes medios martirizan con las bandas pop del momento, en universo donde todos andan buscando la ratificación como sujetos con gustos y particularidades que los llenen, este grupo cobra una preponderancia –de culto para muchos- en la movida latinoamericana.
Desde su nacimiento en 2006 y tras ser prensados por sellos como Blind Prophet Records (New York), Old Europe Café (Italia) y Vale Vergas Discos (México) –sello que prensó a Juan Cirerol-, además de llevar su collage ruidoso y visual por múltiples escenarios en Francia, España, México, República Checa y Argentina, este dúo llega a Colombia por primera vez como una explicación a otras realidades, las más simples, “las de cada quien”.
{source}
<object width=”420″ height=”315″><param name=”movie” value=”http://www.youtube.com/v/tA-EGq__ckE?version=3&hl=es_ES&rel=0″></param><param name=”allowFullScreen” value=”true”></param><param name=”allowscriptaccess” value=”always”></param><embed src=”http://www.youtube.com/v/tA-EGq__ckE?version=3&hl=es_ES&rel=0″ type=”application/x-shockwave-flash” width=”420″ height=”315″ allowscriptaccess=”always” allowfullscreen=”true”></embed></object>
{/source}