Canciones creadas conjuntamente, muchos conciertos vividos, pasión por el punk y el hard core y su sangre compartida: son Vicky y Piedad Castro, también conocidas como “las hermanas Castro”, un emblema del rock n roll hecho por mujeres en medallo.
Vicky, siempre luciendo su cabeza rapada y tatuada, y Piedad, con su cabellera larga, están hace más de 20 años caminando las calles, sus bares y los toques de las bandas de la ciudad.
En sus palabras, “nos gusta simplemente vestir diferente, rockeras”. Con su pinta que está cargada por pantalones, correas y manillas de taches, minifaldas y medias largas, collares de punta, camisillas y botas altas, estas 2 mujeres acompañadas de Juan Londoño –guitarrista de Fértil- han construido el sello de un grupo que se caracteriza por la denuncia en sus canciones de temas de carácter sociopolítico como la corrupción, la iglesia, la indigencia, el desplazamiento y la muerte en las calles. Una de esas canciones, ‘Visiones de la muerte’, es uno de los himnos de la música independiente de Medellín.
Y es que imaginen esta escena: luego de salir de trabajar, un hombre de cabello largo y tez morena, camina por el centro de la ciudad y se dirige agotado hacia su casa con un hambre que si se descuidaba se lo comía a él. Mientras caminaba, súbitamente un disparo zumbó cerca de su cabeza, él corrió y acto seguido frenó a su lado, con torpeza y brusquedad, una camioneta con vidrios polarizados y hombres ‘enfierrados’ que lo obligan a subir al vehículo.
Lo que sucede después queda a la imaginación. Aunque en la canción puede encontrarse otra versión. Y así es porque en ella se narran las sensaciones que un joven se sentó a escribir luego de haber sido asaltado en su cotidianidad para subirlo a una camioneta con hombres armados, pasearlo durante horas, interrogarlo y finalmente amenazarlo, diciéndole que no lo querían ver de nuevo por el sector: “¡No te queremos volver a ver por aquí, peludo hijueputa!”. Él, Juan Carlos Londoño, guitarrista de Fértil Miseria, tuvo fortuna y aún puede hacer música. Otros, sin duda, aún no aparecen.
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Si se escucha desprevenidamente esa canción, que es uno de los himnos de la música independiente de la ciudad, puede sonar como una historia sin relevancia, pero cuando sabemos que esa pieza se desarrolló en 1997, en plena época del sicariato, adquiere otro valor pues ayuda a comprender la complejidad sociopolítica de ese momento histórico en Medellín.
Ese ‘tema’, como llaman a las canciones en algunos parches en Medellín, ayuda a entender la historia y el discurso del grupo de estas 2 rocanroleras. Fértil Miseria es un grupo que se creó en 1990 con la idea de hacer punk hard core reflexivo y contestatario, con dos integrantes femeninas y letras de contenido social donde se plantean, entre otros, temas e incógnitas sobre el hambre, la pobreza, la inequidad, la guerra…
Piedad y Vicky han logrado estar con su banda en conciertos de gran importancia en Colombia y en el exterior; algunos de esos toques son Quito Raimy en Quito, Ecuador y Destiny Fest en San José de Costa Rica. Han compartido escenario con bandas como Los Muertos de Cristo y Boycot de España, Argies y Tren loco de Argentina, entre otros. En 2009 fueron banda invitada al Festival Internacional Altavoz e integraron el cartel oficial de Rock al Parque 2010.
Antes de iniciar con Fértil, Vicky fue la primera vocalista de una banda de punk llamada Crimen Impune y luego NN, mientras que Piedad tocó con una banda de la cual ni recuerda el nombre.
Piedad es Licenciada en Educación Especial y hace 15 años trabaja como docente, ejerciendo actualmente en la Institución Educativa El Bosque. Una de sus mayores alegrías, la tiene cuando los alumnos le dicen: “profe, ¿usted es rockera?”. A lo que ella siempre responde con el espíritu rebosado de alegría: “¡Si mi amor, yo toco en una banda!”. Y entonces para aumentar la dicha, uno de los niños que le hizo la pregunta, le responde: “yo entonces también quiero ser rockero”.
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Vicky por su parte reparte el tiempo entre su hijo de 11 años llamado Juan Pablo, la banda, el camello en el almacén Rock n Roll que es propiedad de ‘las hermanas Castro’ y que, como el nombre lo dice, ofrece variedad de acetatos de bandas locales e internacionales de metal, punk, hard core, Cd’s, chaquetas, botas y hasta boletas de conciertos.
Al unísono, como si ensayaran el coro de una canción, estas 2 damas dicen: “desde “muy jóvenes empezamos con la vieja guardia, el metal, el hard core y el punk. Nuestra música es reflexiva, contestaria, sin pelos en la lengua, plasmamos los sentimientos del ser humano y lo más importante es que las canciones nos nacen del corazón”.
Uno de los detalles que también ayudan a enteder la apuesta del grupo pero sobre todo a la dupla Castro es si interés por ayudar a las personas desplazadas o de bajos recursos con mercados, ropa y enseres de utilidad. Por eso, han realizado distintos eventos de esa índole a lo largo de su carrera y siempre están presentes en actividades de fines similares donde los asistentes deben llevar, por ejemplo, útiles escolares o un kilo de grano para poder entrar al concierto. En palabras de Piedad, “aportamos con acciones y llevamos mucho tiempo ayudando a la gente que nos necesita; independiente de que la banda siga o no, estamos en este mundo para servir, esa es nuestra misión”.
Aunque entre hermanas no falta el ‘tropel’, siempre están conectadas y la música ayuda a unirlas. Cuando se meten en los cuartos de su cabeza y empiezan a abrir uno por uno buscando esos momentos únicos de la banda, recuerdan por ejemplo un concierto en la Avenida Las vegas de Medellín donde el escenario estaba cubierto con una malla, o cuando estaban invitados a tocar en Panamá y Costa Rica, en el aeropuerto del país que es dueño ahora del canal que fue de Colombia, simplemente no las dejaron entrar: “nos toco ir a Costa Rica a vender empanadas ya que nos quedamos sin un dólar”.
Por estos días las Fértil y su corte están trabajando en la creación de nuevos temas que harán parte del álbum conmemorativo de los 20 años. Como si fuera poco, desde el pasado mes de abril están de gira por Europa.
Su meta es clara: “queremos tocar hasta que la osteoporosis nos lo permita”.