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Desde siempre han existido los músicos producto. Aquellos que se inventan las disqueras sólo para generar activos.
En los 50’s Frankie Lymon con apenas 13 años y su grupo The Teenagers. A finales de los 60’s y para satisfacer las necesidades de un programa de TV, aparece The Monkees. En la década del 70 fueron los Osmond y los Jackson. Y por el lado latino en los años 80: Menudo, a quienes después de cumplir 15 años los reemplazaban.
En los 90 se encuentran los que muchos conocimos: en Inglaterra (que fue donde empezó el boom) Take That, Boyzone, 911 y Space Girls. En USA: Backstreet Boys, Britney Spears, Jessica Simpson, N’ Sync, 98 Degrees y quién sabe cuántos más .
Todos ellos, junto a los Reality Show musicales como Factor X, Pop Stars, American y Latinoamérica Idol, entre otros, han hecho del Pop toda una industria lucrativa y casi carnívora.
Pero a pesar de todo esto, por una extraña razón, el Pop siempre ha transitado por una delgada línea que muchas veces se confunde con el Rock u otro género. En un principio la radio, luego la televisión y más tarde una que otra revista “especializada” han hablado indiscriminadamente de Rock y Pop en sus espacios, sin hacer ninguna distinción.
La primera parte de este artículo, entonces asumirá la difícil misión de puntualizar claramente lo que es o puede ser música Pop, e intentará separar el Rock de este caldo de cultivo comercial. Lo lógico es empezar pues, con algunas opiniones de autores o “amigos” melómanos que se han atrevido a definir el género en cuestión.
La primera persona consultada fue Luis Fernando Gómez -Lucho-, músico y realizador de la emisora UN Radio, quien respondió, entre otras cosas, que el Pop sirvió como banda sonora de las películas porno de los 70’s, y que la raya para el Pop la tira el oyente, es decir, que la música Pop puede ser toda la música y es responsabilidad del escucha delimitarla, o sea, escoger hasta dónde es Pop una canción, o no.
Más tarde es Wikipedia la que dice en uno de sus artículos, que a finales de los 60’s del siglo XX, luego de la primera invasión británica, había existido también una reacción americana que
“…Contraatacarían en tres frentes simultáneos: la música chicle, el soul y el folk-rock junto al movimiento hippie.” Y que “La música chicle no era más que la prolongación de aquellas canciones de la high school (generación de ídolos juveniles, en edad escolar), sencillitas y comerciales; pero efectivas…”
Luego la misma enciclopedia empezaría a dar luces frente a lo que la primera parte de este artículo busca: comprobar si existe de verdad una diferencia sustancial entre la música Pop y el Rock. Entonces salió con esta perla:
“Existe la opinión consensuada de que la principal diferencia (del Pop frente al Rock) está en la intensidad del espectáculo en directo, en la fuerza y virtuosismo instrumental.”
No era mucho pero ya había alguien o algo que estaba insinuando que sí había diferencias entre ambas tendencias.
Después de lo anterior, llegó a los tradicionales libros en físico y uno de los primeros fue la “Enciclopedia de la música pop 1900-1973”, la cual en su Capítulo III, llamado La música ‘pop’ del primer cuarto de siglo, escrito por Margarita Sánchez, le echaba la culpa a la radio de ampliar las posibilidades de difusión de la música y lograr que ésta se volviera masiva y popular.
De ahí salió a relucir la raíz del término: una abreviatura de la palabra anglosajona ‘popular’, que a su vez viene de ‘Folklore’, lo que dejaría concluir a la ligera, que el 90% de la música realizada en el mundo puede ser fácilmente Pop, porque simplemente es popular.
Otro ejemplo de esto, es el concepto Indie, el cual quiere decir independiente; pero ahora existen bandas en todo el mundo que se identifican o definen con el término y no trabajan precisamente la autogestión.
Pero volviendo al tema de base, y parafraseando a Gabriel Villaroel en su artículo Esa imprecisa frontera entre el rock y el pop (publicado en La Tadeo N° 72 – Año 2006. Rock: voz urbana, lenguaje universal P. 17 y 18); si entendemos el Pop como música popular, el rock puede ser un derivado, y tanto Pink Floyd como Cristina Aguilera son música Pop simplemente por su fama o aceptación.
Tal vez por eso, todos estos años tantas personas nos han confundido diciéndonos que Pop y Rock es lo mismo. Aunque el Capítulo IV Tonadillas, cuples y canciones de consumo del libro Enciclopedia de la música pop 1900-1973 muestra un lado más claro del asunto y cita que el Pop es “música perfectamente asimilable por la cultura auditiva del pueblo.”
Con el libro Medellín en vivo. La historia del rock, compilado por Omar Urán, la cosa se ponía un poco más compacta, pues según una cita de Simon Frith -sociólogo inglés y autor de La Sociología del Rock, entre otros libros-, publicada en la página 25.
“La palabra rock, en oposición a lo que ocurre con la palabra pop, acarrea llamados a la sinceridad, la autenticidad, el arte y las preocupaciones no comerciales.”
Se volvía entonces a lo ya insinuado pero con más fuerza. Sí hay una diferencia sustancial entre el Pop y el Rock, que básicamente hasta el momento, se argumenta en tres puntos:
1. El Pop es para oídos menos especializados. Las tonalidades y líricas de una cantidad sustancial de exponentes de este género son “banales y/o superficiales”.
2. Lo anterior deriva en que puede llegar a más gente, o sea, convertirse en popular y sonar más fácilmente en radio o televisión.
3. Y muchas veces también, gracias a su preocupación comercial, se genera un menor compromiso social en su accionar artístico; algo que en el Rock es menos común.
Tres puntos esenciales que pueden acabar en una sola frase “…Todo lo Pop es efímero…” P. 38 . O por lo menos, de baja recordación.
Contrario al Rock and roll que desde siempre –con la mayoría de sus exponentes- ha sido una contracultura, caminando en dirección opuesta a lo ya instaurado, con sonoridades y líricas que alzan, de una manera estéticamente elevada, una voz comprometida con los problemas humanos.