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La verdad tenía algo de miedo porque no sabía cómo iba ser esta vez… Cómo sería el sonido para el concierto de Esteban Giraldo y Fito Páez en el coliseo de la UPB, un espacio con fama de ser muy regular para los conciertos por su acústica. Y la verdad, por mucho que le trabajaron a eso, siempre quedó por ahí un pequeño eco. Aunque el toque en términos de sonido se salvó.
Llegó la hora acordada para el inicio y se apagaron las luces del escenario; pero se prendieron las cámaras y celulares del público acompañados de los respectivos gritos eufóricos del respetable.
Entonces salió Esteban Gira, que al primer vistazo y por la emoción, seguro muchos confundieron con el argentino. Pero luego de los flashes y el primer acorde, el auditorio se dispuso a escuchar algo nuevo para la mayoría, el proyecto en solitario de este músico local.
En el escenario, sus únicos acompañantes fueron su voz, una guitarra, un samplers que repetía notas al antojo de su dueño y su rodie (creo que pocos dimensionan la importancia que tiene un buen rodie para un músico, yo ahí los aplaudí a los dos).
‘Chica Sexy’ fue la primera canción entonada; la emoción y los nervios del cantautor se podían percibir con facilidad; sin embargo eso no opacó el inició de su corto show.
Cinco canciones fueron precisas para cautivar a la mayoría de asistentes con su sonido y suficientes para que acontecieran sucesos como que su guitarra dejó de funcionar bien por un momento y Esteban se arriesgó (sin dejar caer su presentación) a cantar acapela ‘Transfugas’, para mí una sus mejores canciones.
Estaba Giraldo se expuso sin armadura ante cientos de personas, cuando abrió el concierto de Fito Páez en Medellín. Venció el monstruo de oídos vírgenes y se defendió con su talento, su recursividad, virtuosismo, valentía, amor a su música y a la de su predecesor.
Dicen que a Esteban lo escogió el mismo Páez para que abriera su concierto, algo que de entrada habla muy bien del compositor local; pero hay que tener claro que no le hicieron ningún favor y eso lo demostró la noche del sábado.
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