El glamour del Pop y la rebeldía del rock en un mismo sitio
Por Alexander Múnera Restrepo
40 años se demoró uno de los café más famosos del mundo para llegar a Medellín y casi seis meses más, tardé yo para visitar el Hard Rock. Mi motivación para caer, era conocer uno de estos famosos restaurantes y ver uno de los toques de Battle Of Bands que ellos mismos organizan; lastimosamente llegué tarde y los grupos se habían bajado del pequeño escenario que tiene este lugar cuando apenas cruzaba la puerta.
La ropa que Juanes utilizó en el concierto de “Paz sin fronteras” en Cuba y el vestido que Shakira lució en una ceremonia de premios de Los 40 Principales son dos de los elementos de artistas de la música que te reciben a la entrada del establecimiento.
Los tenis de Richard Hughes de Keane, una camisilla de Lenny Kravitz, la guitarra de Carlos Vives, entre otras reliquias de bandas y solistas como Bon Jovi, Slash y Aerosmith hacen del Hard Rock Café un museo del rock y el pop en el planeta.
Adentro, también cuelgan unas cadenas iluminadas que hacen parte del decorado y dan la ilusión de ser lámparas. Un lugar emblemático, con mesas para más de cuatro personas que invitan a no estar solo en ellas, sino a ir acompañado de amigos y disfrutar del ambiente glamuroso del lugar; pero con esa esencia rock que no se ha quitado luego de tantos años.
Iba con la idea hacer un informe sobre el concierto de esa noche, pero el tiempo me lo impidió, igual me quedé y me tomé una copa antes de volver a casa. Me dí un par de paseos por el bar, tratando de no perderme nada que pudiera interesarme. Se me acabó el trago; pero me fui con un buen sabor de boca, no sólo por el margarita que bebí, si no por lo amañador que puede llegar a ser el sitio.
Quedé con ganas de volver y quedarme un rato mucho más largo. Espero poder hacerlo en estos días, mientras, me quede pensando que definitivamente no es un solo un café, es el eslabón de una cadena que tiene muy claro como se puede comercializar una marca particular desde al rock y el pop, géneros muy lucrativos en toda la historia de la música mundial.
De todas formas, es importante que exista un Hard Rock Café en la ciudad, pues a parte de que amplia la oferta de locales para pasarla bien, también, de una u otra forma, visibiliza a Medellín como lo que siempre hemos querido los amantes de la música que sea, una ciudad protagonista de las artes.