Colaboración especial: Revista Noise Armada para HagalaU
Corría el año de 1997 y en el panorama mundial se respiraban tiempos de cambio. La música grunge se despedía del ojo público para darle paso a una revolución alternativa, los jóvenes se tomaban las calles en sus patinetas y el punk rock vivía una era de reinvención, las nuevas bandas seguían el camino trazado años atrás por grupos como The ramones, Iggy Pop o The clash y en Medellín nacía una agrupación que en ese entonces estaba conformada por David Ospina (voz y guitarra), Santiago Lara (bajo), Juan David Tobón (guitarra y voz) y Juan Felipe Castaño (batería) , quienes decidieron iniciar un viaje que los llevaría por la experimentación, fusionando las influencias de géneros como punk rock, reggae, alternativo, hard core, entre otros. Más tarde serían reconocidos como uno de los grupos pioneros en Colombia del neo punk. Código rojo más que una agrupación es una familia, un parche de amigos decididos a sacar adelante aquello en lo que creen: la música.
Entre los años 1998 y 2001 graban dos demos y un disco llamado “Déjenme ser” producido por Sambondistroiler Records (sello del grupo). Dicho álbum consta de 11 canciones entre las cuales se destacan “4 años”, “Déjenme Ser”, “No hemos muerto” y “No sé si tenga la suerte”; canciones que con el paso del tiempo se han convertido en himnos de la agrupación para sus seguidores. En 2003 regresarían al estudio para grabar un EP con prensaje limitado titulado “Este si no se lo roba nadie”. Más adelante en el 2007 grabarían una selección de canciones favoritas de los miembros de la banda, al cual llamaron “Pequeños fracasos”, y así fueron evolucionado musicalmente hasta llegar a lo que ha sido su más reciente producción “La nueva chatarra”, lanzada a través de la web; un álbum compuesto por 12 canciones y lanzado en el 2010.
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A lo largo de su trayectoria han compartido escenario con bandas como Mojiganga, Popcorn, Grito, Nepentes, Rey Gordiflón, Providencia, Señores Usuarios, 911, Tom Sawyer, Magma, Johnnie all star, Octubre Negro, La PM y Árbol de Ojos, entre otras.
El 2012 fue testigo del regreso a los escenarios de Código Rojo, quienes acostumbrados a mantener el silencio durante un tiempo regresaron a Medellin para demostrar que no han muerto. ¡Y qué mejor tarima para recibirlos que los conciertos clasificatorios del Festival Altavoz! Allí, a pesar del horario (1:00p.m.) convocaron unas 1000 personas que se aguantaron el calor y durante su presentación no pararon de saltar y cantar cada una de las canciones, recordando la época de colegio de muchos, la adolescencia que se desarrolló entre parches de patineta e intentos fallidos de entrar a los bares.
En esa presentación, canciones como “El colegio” transportaron a esos tiempos dorados donde lo más importante era pasarla bien, conquistar algunas chicas o evitar tirarse el año para salir de la prisión del estado, ese maldito engaño. Amados por muchos, odiados por otros, Código rojo se ha convertido en una de las agrupaciones más importantes de la escena musical, influenciando a muchas de las bandas que actualmente militan en Medellín. Para sus fans ellos se han ganado el estatus de héroes del punk rock local y es que más allá de la buena música, han sabido mantener su esencia durante tantos años y se han convertido en la banda sonora de la vida de muchos.
Top cinco: 1. El colegio. 2. No hemos muerto. 3. Déjenme ser. 4. No sé si tenga la suerte. 5. Comportamiento plástico.
“Su más reciente álbum titulado La nueva chatarra fue lanzado vía web en el 2010.
¡Larga vida a Código rojo!