Madre e hija, de Rodrigo García
Dramas y sutilezas del universo femenino
Por Oswaldo Osorio
Tomado de www.cinefagos.net
¿Es necesario ser mujer para entender y transmitir las emociones del universo femenino? Aunque una respuesta precipitada afirmaría que es así, lo cierto es que se puede constatar lo contrario con el cine de directores como, entre muchos otros, Woody Allen, Pedro Almodóvar, Francois Truffaut y el autor de esta cinta, Rodrigo García, quien ha construido en su corta carrera una obra inteligente, de gran fuerza emotiva y lúcida al hablar de los sentimientos, en especial de los femeninos.
No sin cierta malevolencia, se podría decir que la más afortunada relación que Gabriel García Márquez ha tenido con el séptimo arte, es el hecho de que su hijo sea uno de los más importantes directores del cine independiente de los Estados Unidos en la actualidad. Si bien Rodrigo García ha tenido el respaldo de productoras como Columbia o Sony Pictures, es la naturaleza de sus historias (que también escribe) lo que lo hace un independiente, y eso también a pesar de trabajar con estrellas de Hollywood como Glenn Close, Cameron Diaz, Naomi Watts, Samuel L. Jackson, Dakota Fanning o Anne Hathaway.
Cosas que diría con sólo mirarla (2000), Diez pequeñas historias de amor (2002), Padres e hijos (codirigida con Jared Rappaport y Robert Spera en 2003), Nueve vidas (2005), Pasajeros (2008) y Madre e hija (2009) son todas películas que tienen en común ese espíritu independiente y esa sensibilidad para con el universo femenino. Son relatos no lineales en los que se entrecruzan varias historias, complementándose y potenciándose entre sí. Es un cine con gran habilidad para construir personajes y para elaborar diálogos ingeniosos y significativos: “¿Siempre dice la verdad?” Pregunta una joven a otra mujer, quien responde: “Sí, es más fácil de recordar”.
Esta película explora más a fondo un tema que ha sido recurrente en sus otras cintas: la búsqueda o explicación de la identidad por vía de la relación con los padres (o su falta). Son tres historias sobre madres e hijas que se cruzan a partir de la particular variante de la adopción, la cual dispara distintas situaciones en las que se reflexiona sobre temas como el amor filial y romántico, los traumas y complejos, los deseos, la forma de relacionarse con los demás y hasta la felicidad misma.
Las dos historias principales presentan a dos mujeres con una vida que, en el fondo, es vacía e infeliz, todo ello como consecuencia de un mismo suceso, esto es, haberse perdido la una a la otra. La cinta explora, por distintas vías, cómo estas mujeres lidian con su aséptica y opaca vida, así como las pequeñas transformaciones que parecen conducirlas, por fin, a un estado de feliz tranquilidad. Y con la tercera historia, el director pone de manifiesto los sentimientos encontrados, determinados casi siempre por el apasionamiento, que una mujer puede tener en su naturaleza como madre.
Lo más sobresaliente de esta película es que esas búsquedas y el viaje emocional de estas mujeres, son mostrados por su director de forma tan sutil como envolvente, pues construye un relato lleno de giros y sorpresas, como si de un thriller se tratara, pero sin forzar la trama ni acudir a golpes de efecto, simplemente hablando pausadamente, pero con hondura y firmeza, sobre la vida de estas mujeres, sobre sus más sutiles y dramáticos sentimientos y sobre las adversas y favorables vueltas que les da la vida.
FICHA TÉCNICA
Título original: Mother & child
Dirección y guión: Rodrigo García
Producción: Lisa Falcone y Julie Lynn.
Música: Edward Shearmur.
Fotografía: Xavier Pérez Grobet.
Reparto: Naomi Watts, Annette Bening, Kerry Washington, Jimmy Smits, Samuel L. Jackson.
USA – 2009 – 125 min.