“Cómo luchar contra el mundo cuando todo se derrumba,
cómo olvidarnos y ya y que la vida perdura,
he visto a un hombre llorar frente a un espejo,
yo le doy gracias a mi madre que es lo que más quiero
y así le canto a la vida pues porque soy poeta,
tal vez le cante al fututo, de eso dependan mis letras”
Fragmento de Lágrimas de Sangre, canción del grupo Son Batá.
La Corporación Son Batá en el barrio Nuevos Conquistadores es un Pa13nque afrocolombiano donde se componen canciones, se ensayan las más atrevidas coreografías, y se reclama el derecho a soñar y a tener una ciudad mejor. Es un lugar colorido que emana arte por todas partes, en el que se reconfiguran las memorias de las comunidades afro de la ciudad y se entretejen con las construcciones culturales de las nuevas generaciones. Son Batá representa un sueño posible, donde cientos de niños, jóvenes hombres y mujeres afro colombianos se resisten a ser ignorados y a morir, donde además con el poder de la creación artística llenan de melodía y ritmo la ciudad. Son Batá es un referente de la lucha por la Noviolencia, la aceptación de la diferencia, y de la organización juvenil de la ciudad.
El pasado domingo, cuando justo preparaban un evento artístico que contaría con la presencia de la Ministra de Cultura Paula Moreno y del vocalista de la agrupación Doctor Krápula, entre otros asistentes del tercer Congreso Iberoamericano de Cultura, uno de esos eventos que tanto requiere Medellín para resaltar la vida y resistir a la guerra acercando los jóvenes al arte, fue asesinado muy temprano en la mañana Andrés Felipe Medina Palacios, uno de los fundadores e integrantes más activos de la Corporación Son Batá. Un talentoso joven afro, con apenas 25 años de edad, padre de Santiago Medina de dos años, quien se desempeñaba en este colectivo como coordinador del área de teatro y coordinador de redes institucionales.
A través de Son Batá, Andrés Felipe se encontraba trabajando en la conformación de la Plataforma Nacional por la Noviolencia (Corporación Son Batá, La Familia Ayara de Santafé de Bogotá, Rostros y Huellas de Buenaventura, entre otros). Además, hacía parte del grupo de trabajo de la red Élite Hip Hop, en la organización y gestión del Festival de Hip Hop Revolución sin Muertos y del concierto del Día Mundial de la Paz. Así mismo, participó como asistente de dirección, director de puesta en escena y actor en el documental “Con la Casa al hombro” que se estrenará el 22 de julio a las 6:00 p.m. en la Biblioteca Pública Piloto.
Recientemente y gracias al trabajo colectivo de todos los integrantes de la Corporación Son Batá, quienes trabajan incesantemente por la reivindicación de la cultura afro y por la construcción de una ciudad incluyente, multicultural y con plena convivencia, ganaron la beca de creación artística y cultural de la Alcaldía de Medellín, clasificaron en la categoría de música hip hop a los conciertos eliminatorios del Festival Internacional Altavoz, además de ser invitados en calidad de ponentes al panel de Músicas en Resistencia del tercer Congreso Iberoamericano de Cultura.
En los últimos meses Son Batá ha sido reconocida como una experiencia significativa de organización juvenil y movilización cultural, lo que se ha reflejado en las numerosas notas de prensa, entre las que se encuentran las de la Revista Shock y el periódico el Espectador con el artículo “Medellín Resiste”. Entre los últimos conciertos de Son Batá se destaca el realizado en Un Convention el 18 de mayo en el Museo de Antioquia y su participación en el concierto Zona de Riesgo en el marco del tercer Congreso Iberoamericano de Cultura.
El conflicto armado que se agudiza en Medellín, le arrebata hoy a la ciudad a un luchador por la vida y la convivencia. Hoy la corporación Son Batá, el barrio Nuevos Conquistadores, la comuna 13, la ciudad de Medellín y las nuevas generaciones de jóvenes, pierden no solo a un joven líder, un creador, un gestor cultural y artista, sino también a un referente por la paz y la No violencia en la ciudad.