El tiempo, ese ángel o demonio que cada vez está más metido en nuestras vidas para bien o mal, por fin me permitió terminar la transcripción de esta entrevista con Sargento García, músico francés que este año pasó por la ciudad y que, como dice el Chavo, ‘sin querer queriendo’, está conectado con la filosofía de HagalaU: sugerir la universalidad a través de la música. A continuación, la primera parte de una entrevista hecha con desenfado a un artista cargado de sensibilidad.
SANTIAGO ARANGO
Santiago Arango: ¿Qué referencias tenés de Medellín? Sargento García: “Me han dicho que es la ciudad de las flores, que las mujeres son las más bonitas de Colombia”. SA: No te mintieron. Y vos que también le cantas a la mujeres, seguro encontrarás mujeres muy bellas. Por eso, hablemos de canciones, de tu música. Vos hacés un sonido que recoge reggae, salsa, rock, empezaste haciendo punk, has experimentado con máquinas. ¿Cuántos años llevas en la música?
SG: Empecé a los 14 años haciendo conciertos pero a los 12 inicié con la música. Creo que llevo 30 años en la música.
SA: En esos 30 años, después de pasar por tantos sonidos, a vos, Sargento ¿cómo te ha transformado la música como sujeto, como artista? SG: A mí, puedo decir que me he salvado. Yo vivía en un barrio bastante difícil en las afueras de París y… SA: ¿Era violento?
SG: No solamente violento. Había muchos problemas de drogas y cosas así; y yo envés de pasarme los sábados o los miércoles sin hacer nada, estaba ensayando con el grupo y creo que eso me ha hecho tomar un buen camino. En definitiva me ha salvado la música.
SA: Vos decís salvarse con la música, y la música transforma, te da la posibilidad de que vos plasmés tu visión del mundo, que asumas una posición política, una posición crítica. Desde esa óptica, ¿qué has generado con tu música?
SG: No sé si se puedo decir lo que he generado o lo que genero a diario cuando estoy en el escenario o haciendo discos. Yo intento concientizar un poco a la gente, aportando mi visión del mundo, intentando también abrir los ojos o la mente quien me escucha, quien me aprecia o también a la gente que no me conoce y que puede encontrar algo en mis canciones. Yo creo que la música tiene, en mi caso, un papel político, es un compromiso de lucha social para intentar cambiar cosas en este mundo o por lo menos intentar concientizar a la gente para que traten de cambiar algo.
SA: Según eso, ¿debe un músico asumir un compromiso político? ¿Vos crees que todos los músicos deben asumirlo?
SG: No, en realidad creo que es decisión de cada uno, lo que pasa es que hoy los intelectuales han dejado un poco ese terreno… los filósofos, los poetas y ya. ¿Quién alcanza más la juventud?: los músicos. ¿Quién ha acompañado los grandes movimientos políticos de estos últimos 50 años? La música, el movimiento hippie, el movimiento punk, Jhon Lennon, Bob Marley, “Los Clash”, Manu Chao y otros, quienes han intentado aportar una visión con más esperanza de este mundo y de esta sociedad. Es una pena que seamos quizás los únicos en aportar esa visión, tal vez necesitamos más apoyo de los intelectuales y de los pintores, pues también hay artistas comprometidos en otras artes, aunque en el mundo de la música y del arte hay mucho “bussines”, mucho comercial. En definitiva no digo que todo el mundo deba que tener un compromiso político, es más, el mío es un compromiso poético porque yo canto a las flores, canto a las lindas muchachas, canto a la fiesta, al amor y a las cosas que no son propiamente problemas de la sociedad.
SA: Vos hablaste de pintores, hablaste de poesía, entonces digamos: cine, literatura, poesía… en fin, ¿cómo se alimenta Sargento de otras artes para su música?
SG: Cada detalle me puede crear algo: una frase de un libro, una secuencia de una película o una escena de la calle. No te puedo explicar cómo funciona eso, nadie sabe en realidad como funciona eso, yo creo mucho en la interactividad entre las artes, muchas veces yo leyendo una frase pues me lleva a una canción o me lleva a una idea que me lleva a otra cosa.