"Unos profanos de esta tierra sagrada": Profania

El departamento de Antioquia se ha caracterizado, entre otros asuntos, por su fuerte tradición católica, erigiendo templos sagrados alrededor de los cuales se reúnen centenares de feligreses en los 125 municipios de estas tierras. Sin embargo, en Jericó, uno de los pueblos con más tradición católica arraigada en sus habitantes, y aún más con el aliciente del nacimiento de la santa Madre Laura Montoya, cinco “mechudos” quisieron ser rebeldes y decidieron crear sonidos en un género que rompía la tradición: el death metal.

Estos jericoanos rebelados, se agruparon bajo el nombre de Profania en el año 2009, conformado por Carlos Mario Pimienta (voz), Felipe García ‘La perra’ (guitarra rítmica), Juan Fernando Pimienta (bajo), Juan Carlos Pimienta (guitarra líder) y Leandro Foronda (batería).

“La banda tuvo un problema tenaz al comienzo, porque pusimos un nombre que no cuadró y, para ajustar, ese nombre lo vimos después en unos bolsos en el centro de Medellín y nos dio risa, ahí dijimos ‘¡Nooo, quitémoslo!’. Estamos rodeados de 17 iglesias, una catedral, muchas monjas, muchos conventos, y llegamos nosotros vestidos de negro, con cabelleras largas… Así, nos convertimos en unos profanos de esta tierra sagrada, fue muy difícil que la gente creyera en nosotros, que nos tomaran en serio”, recuerda Carlos Mario, sobre el origen del nombre de su banda.

Aunque en el sonido de Profania, sus cinco integrantes coincidan en el sonido que quieren lograr y proyectar, lo que sí es diverso son las generaciones que conforman a la banda, como lo cuenta Carlos Mario. “Hay cuatro generaciones en Profania: la generación mía, que tengo 40 años, soy el hermano mayor del grupo; la generación de Juan Fernando, mi hermano menor, de 35 años; la tercera generación, son Juan Carlos y Felipe, que son casi de la misma edad, son muchachos de 30, 32 años, más o menos; y un salto generacional muy grande, que viene siendo Leandro, quien no creció con nosotros, pero estábamos buscando un baterista bueno en el pueblo y dimos con este muchacho, con su habitación empapelada de afiches de metal y una batería potente”.

Siendo habitantes del Suroeste antioqueño, región donde la actividad minera es predominante, los miembros de Profania no quieren hacerse a un lado del malestar común que existe en este espacio geográfico, por las irregularidades que se presentan en la extracción de minerales por parte de grandes multinacionales; por eso, su vía de escape son sus líricas contestatarias, acompañadas de la estridencia de las guitarras, la potencia de la batería y el bajo y la acentuada fuerza de las voces guturales en cabeza de Carlos Mario. “Estamos viviendo un problema ambiental en nuestro municipio y en la región, hay un montón de maquinaria que quiere sacar oro de estas montañas y dejar estas tierras vacías, estamos apuntándole a eso. Las letras de Profania también son sicológicas, apuntan a las cosas que nunca decimos, a lo que escondemos en nuestra psique, a esos demonios que guardamos en los sueños; la letra de Profania habla de los temores que tenemos en las noches, a los entes, a los fantasmas, de hecho, tenemos un tema que se llama Sara, que es dedicado a todos esos fantasmas, especialmente a uno de nuestro municipio que se llama así”.

A pesar de las dificultades que han tenido en su municipio para lograr atraer a un público hacia su propuesta musical, lo que sí han hecho es trabajar incansablemente para lograrlo, arrojando muy buenos resultados, reflejados, por ejemplo, en el Festival Rock a la perra, que ellos mismos organizan y que, en el pasado mes de noviembre, llegó a su quinta versión y reunió aproximadamente a 150 personas alrededor de los sonidos del rock alternativo y el metal. La única condición, para quienes iban de otros municipios del Suroeste o del resto del departamento de Antioquia para acceder al evento, fue compartir un kilo de alimento para perro, que se usó para dar de comer a los perros callejeros de Jericó. En este espacio, se ha logrado que las bandas de la región muestren su talento y lo lleven a otros escenarios, incluso de la mano de los artistas invitados desde Medellín a participar del Festival, quienes replican la música de estas bandas, en plataformas más grandes que les permitan ser reconocidos.

En cuanto a producciones musicales, Profanía continúa trabajando para lograr que todos los detalles de su primer disco salgan a la perfección y con la mejor calidad sonora posible. “Nosotros lanzamos un primer demo, que se llama 'No es tu verdad', con una grabación no tan fiel como la que queríamos. En la actualidad, Profania está grabando un disco que se va a llamar Sepulcro, con una grabación profesional y estamos próximos a sacar esta producción”, cuenta ‘La perra’.

Para conocer más sobre esta banda proveniente de las tierras del cardamomo, los pueden encontrar en Facebook como Profania Banda o Profania Death Metal. A continuación, una muestra de su música, interpretada en Altavoz Antioquia 2014, en el municipio de Andes, otro de sus grandes logros para la posteridad.


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