A Santiago Monsalve le corre el blues por las venas, por eso no es exagerado decir que es como un motor que cada día lo mueve. De hecho, a manera de metáfora, cabe decir que envés de venas quizás tenga en su cuerpo cuerdas de guitarra. Este músico radicado en el corregimiento de San Cristobal es uno de los gestores y líderes del “Medellín Blues Festival”, recital que este 2014 se celebrará en octubre y ha servido para que artistas como Vulgarxito, Carlos Elliot Jr o Carlos Reyes, sean referentes del género en el país. Hoy compartimos esta reflexión que Santiago Monsalve escribió sobre su festival, su música, su pasión, el arte y la creación. Una mirada a las ‘industrias culturales’.
Por: Santiago Monsalve U.
“El color de la música es… Medellín Blues Festival, bajo este eslogan se mantiene un ideal que para el imaginario de cultura resulta un reto gratificante.
Entendiendo que en un mundo cada vez más globalizado, la definición del término cultura se hace más amplio, y que éste va adherido con suma relevancia al individuo en el engranaje social. Asumimos el hecho de encontrarnos en la diversidad y la sinergia de nuestras acciones.
Es aquí donde, como espectadores, creadores, productores, gestores, entre otros, gozamos de la capacidad espontánea de estar en un espacio o territorio, nos encontramos con nuestras memorias, vemos la necesidad de colmar, promover, incentivar y recrear estas búsquedas, de sensibilizarnos con la expresión, disfrutar lo diverso, y compartir en el encuentro formas, colores, cantos, danzas y otras tantas facultades.
La vida de estas expresiones, manifestaciones e ideas habitan en el ser y saltan en vibraciones que se visualizan desde el cuerpo.
La naturaleza de muchas de estas expresiones ha cambiado o se ha transformado. En nuestra sociedad de consumo se crean productos y conceptos, para llegar al concepto llamado industria cultural. Se extrae el término arte, se categoriza, subdivide, enumera, clasifica, valoriza, y el artista convertido en empresa, transita de lo creativo a una plataforma de servicios. El brochure se desborda en el afán de un sistema complejo, crítico, competitivo, un tanto egoísta y hasta burocrático, que puede o no subyugar el entusiasmo y la intención de crear.
Adjuntamos experiencias, agregamos unas líneas a la hoja de vida artística, asegurando que con esto se reivindique la profesión frente al capital o el reconocimiento, que consagra este mismo quehacer.
Una percepción que pone en discusión conceptos como: la inclusión de otras expresiones culturales, una reflexión que perfila desafíos a los esquemas mediáticos actuales, con la manifestación del sentir a través del arte, sortear obstáculos y vislumbrar las oportunidades, como una forma de adaptarse a las cambiantes maneras de hacer cultura.
Este es un llamado a entender críticamente las dinámicas sociales que hablan de cultura, donde se redefinen términos, adoptan nuevas prácticas y se instaura de manera circunstancial el modelo concebido como industria cultural”.
Así suenan las canciones de Santiago Monsalve
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