HagalaU comparte la carta de Víctor Raúl Jaramillo difundida por diferentes canales digitales, donde el artista comenta la celebración de los 35 años de la publicación de su histórico álbum 888 y la nueva grabación de la placa; también, habla sobre los buenos y malos momentos para la banda, los nuevos proyectos y otras reflexiones sobre el arte y la creación.
Víctor Raúl Jaramillo (Piolín/888)
“Dicen muchos artistas que el deber ser de su arte es el público. Podría decir lo mismo, pero a ello antepongo la obra. Sin una creación constante, sólida, a consciencia, no habrá público. O al menos no un público enterado, con criterio, sólido. De todas formas, “el público” ya me parece una exageración. Lo que se ha venido haciendo con REENCARNACIÓN, más que “formar un público”, es generar vínculos humanos, fortalecer la amistad, engrandecer la familia.
Hemos vivido muchísimas cosas: sinsabores, críticas rencorosas, vacías, obvias contradicciones, alegrías y enormes satisfacciones, grandes momentos con la gente que nos apoya y a quienes damos la mano cada vez que se hace posible. Contagiados por una Colombia violenta y, cómo no, condicionados por variados puntos de vista que cada cual ha ido resolviendo como puede, a su propio amaño.
En ocasiones nos hemos visto en dificultades para resolver problemas que no habían y resultaron de una palabra mal dicha, de un gesto innecesario que no tuvimos en cuenta. Pero eso es la vida y estamos en movimiento: no nos gustan las aguas estancadas ni las fórmulas ni nos interesa dar lo que todos esperan. Y si somos sinceros, lo que se refleja en ello es una música honesta, sin otro objetivo que hacerla y que nos llene la cabeza y nos encabrite el pulso y nos agote de lo bien que la pasamos con ella. Que nos levante las ganas y nos permita botar la mierda que nos venden cada mañana.
Lo que haya resultado de lo hecho, lo que se haya desprendido de las propuestas de REENCARNACIÓN y su intento por hacer las cosas de buena manera, con sus altas y sus bajas, es algo que recibimos agradecidos, amorosamente y sin ínfulas ni pretextos de “estrellas” desde lo alto de la tarima. Esa es la savia que nos ha puesto en este camino, directo a la música y con toda la fuerza que sea posible. Así hemos sido, así somos.
Pero las cosas tienen un tiempo, una circunstancia precisa, una manera de estar. Cuando se ve que la vida te pone de frente lo que la vida es, hay que poner atención, no caer de ganas de altura, no darse a la carrera y chocar con el muro que debimos derrumbar antes de correr. Pocas veces se sabe lo que uno hace, las repercusiones de lo hecho, quiero decir. Uno vive y ha de asumir las consecuencias, eso sí. Y pasa el tiempo y en ocasiones pesa, porque lo que trae consigo, nos supera: ya no somos nosotros quienes importamos, sino lo que de nosotros salió a dar su ronda por el mundo, entre la gente, sin permiso. Incluso a la fuerza.
No solo las desilusiones y los malos ratos nos condenan, también los aciertos, haber tenido cierta felicidad y haber tenido oportunidades y haberlas aprovechado, haber alcanzado un “lugar” en medio de personas que no lo lograron. Saber defender los sueños no es fácil, y a veces nos cuesta bastante.
Tener claro lo que uno es, o representa, es una carga difícil de llevar, casi insostenible. Quisiera uno dejarla de lado y no hacer caso. El solo hecho de pensarlo es joderse la cabeza, quedar maniatado. Y no obstante, ahí vamos, en la tarea de la vida, con los demás, navegando el mismo mar. Tal vez en otra embarcación, pero es la que tocó y remamos si nos toca.
Este año saldrá, si todo ocurre como esperamos, la nueva versión del 888, el primer LP del sonido extremo de Colombia (un azar). Y debo aclarar que habitamos otros tiempos y será un trabajo diferente, mas no distante. Sostenido en lo que se hizo hace 35 años, pero con otras dinámicas, con otras técnicas y tecnologías, con una escucha puesta en el presente, nos parece que alcanzamos una grabación que no demerita la anterior, al contrario, le da valor, pues pone a dialogar dos épocas. No podría ser de otra forma.
Quedamos contentos, satisfechos… no podría decirlo de otro modo. Ya tendrán el resultado y podrán darse su tiempo para disfrutar y sacar sus propias conclusiones. Como digo, no es una contienda entre el trabajo anterior (grabado en febrero de 1988) y el que se acaba de grabar. Son dos maneras de lo mismo, eso sí. Con variaciones necesarias. Y estamos agradecidos con las personas que nos impulsaron a hacerlo y que posibilitaron que este proyecto se llevara a cabo. Llegará el momento de oficializar sus nombres y darles nuestro agradecimiento.
También estamos en el rodaje de una película documental que nace de las sesiones de la actual grabación, un libro con pocas anécdotas pero cargado de entraña y seso, y algún otro cruce de caminos sonoros que está en conversaciones con las personas implicadas para evaluar su viabilidad. Sabemos que hay caminos por recorrer, pero vamos a nuestro propio ritmo, sin afanes, con la mirada sosegada y confiando en que si esto acaba de repente, vivimos lo que quisimos y ya nada lo podrá borrar. Que terminamos en un buen nivel.
Espero que puedan recibir lo que viene con un abrazo fraterno, seguros de que nos jugamos todo lo que teníamos en ello. Por ahora, que puedan ser lo que buscan ser, queridos amigos, bellas damas y demás. Un abrazo levanta montañas y buen viento para ustedes”.
Fotos tomadas del Facebook de Reencarnación