Era un sábado de esos con varios eventos simultáneos, también era el penúltimo día de la Feria de las Flores… Al sur, estaban el concierto de Swans, que según los asistentes fue un evento que llenó las expectativas y, trambién, el heavy de la banda inglesa Raven. En el occidente estaba la Carpa Cabaret, el Car Audio y de vecino el Concierto de la Juventud y su público.
El tiempo pasa y por lo general no se tiene conciencia del mismo, tal vez por ello, este festival sorprendió a varios por su número, ¡12 años! Empezó con 4 bandas en sólo un día y esta vez, contó con 16 grupos, dos días y una amplia zona de comidas.
La evolución del Concierto de la Juventud no sólo se evidenció en el espacio y la cantidad de grupos, también en la curaduría. El recital amplió sus horizontes sonoros y ha pasado en los últimos años de invitar agrupaciones de punk rock, ska, rock duro y sus derivados, para incluir rap, reggae, punk vieja guardia y hard core.
Sebastián Mejía como músico invitado de Trotsky Vengarán. Foto: Yojan Valencia
Este año, además de la apertura auditiva, el festival juntó tres generaciones de artistas y público, en su primer día las bandas emergentes fueron Braile y No señal, elegidas además por convocatoria; Nueve Once, Código Rojo y Tr3sdeCoraZón con más de 10 años de historia se ubicaron justo en el medio de la jornada; como invitados internacionales los uruguayos de Trotsky Vengarán y los grupos vieja escuela, pero vigentes desde hace más de 30 años: I.R.A y La pestilencia.
Pero ubiquémonos en el arranque del día uno. Casi a las 4 de la tarde sonó la música en el escenario. No señal llenó las expectativas con un atronador concierto, honesto y potente, lleno de ímpetu y caraterizados por un rock fiestero que alegró la jornada apenas iniciando. Braile por su parte ofreció un concierto entregado y rocanrolero. Más tarde llegaron grupos como Nueve Once y Código Rojo, proyectos que tradujeron el canto de una generación que creció escuchando neopunk. Tr3sdeCoraZón, para ellos mención de honor: ¡Tras ser productores y organizadores no le fallaron a su público y sacaron la garra y energía que han construido a través de los años! Los montevideanos tuvieron un concierto limpio y divertido, característico de ellos. Luego llegó I.R.A respondiendo el mensaje de tolerancia y respeto que Tr3sdeCoraZón había mencionado antes en su show. Mónica, Viola y Duván en un concierto de una hora, interpretaron canciones de muchos de sus álbumes, incluyendo por su puesto “IRA pura” y la recien estrenada “Esqueletos”.
Homenaje de I.R.A para La pestilencia. Foto: Yojan Valencia
Párrafo aparte merece la presentación de La peste, quienes empezaron su gira de celebración de 30 años con este concierto y estrenando bajista. A Dilson Díaz desde el principio se le notó la alegría por el cumpleaños de la banda, el recibimiento de sus colegas y el público en general. En escena los acompañó I.R.A, quienes también les hicieron un homenaje llevándoles una torta y compartiendo unas palabras de agradecimiento por su trabajo. Vicky y Piedad Castro de Fértil Miseria, lo mismo que Nano de Nepentes, hicieron lo propio acompañando al grupo en tarima con una canción cada uno. Igualmente, estuvo tocando varios números, su ex guitarrista Carlos Escobar (Gambe) y en otro momento, luego de interpretar “Hasta cuándo, hasta siempre”, entraron a tarima músicos de Tr3sdeCoraZón, Calibre 38, entre otros, para dejar un mensaje claro: “El fútbol con sangre y muerte, es una corrida de toros”. Pero en este show conmemorativo, brilló sin duda el performance como baterista de Damian Gómez, hijo de Marcelo, quien con apenas seis años, se sentó en la batería de su papá y ejecutó con mucha propiedad parte de la canción “Anuncia tu muerte”.
El concierto y el día iban acabando; pero nadie se quería ir, La pestilencia tocó unas tres canciones más para terminar la lista que tenían preparada y se despidieron de Medellín llenos de cariño, agradecimiento y emoción, igual que nosotros.
Damian Gómez con Carlos A. Marín (Guitarra), Dilson Díaz y atrás, su padre Marcelo. Foto: Yojan Valencia
El día dos del recital estuvo cargado por el baile y las historias de la calle. Desde Bogotá, Piel Camaleón fue el encargado de abrir la jornada con un show limpio en su proceso de conquistar un público propio en Medellín; La Furruska por su parte llenó de ska -un género que gana y gana adeptos en Medellín-; Y llegó Kiño para mostrar por qué es un histórico del hip hop en Colombia: apropiado del escenario, cantó las historias del barrio de su disco “Kiño más parchao” pero también regaló piezas divertidas de su “Método de relajación”.
Kiño sorprendió en su show con el argentino Fidel Nadal como invitado especial. Foto: Santiago Arango
Tarmac por su parte despidió la tarde y saludó la noche con su sonido reggae lleno de espíritu y cadencia; a través de más de 10 años, han forjado a pulso un público propio. La toma, AlcolirykoZ y Gondwana fueron punto aparte: ¡el estallido de la fiesta! La alegría y la algarabía en pleno esplendor fraguando así un cierre perfecto, ¡no importó la lluvia!