Por Equipo HagalaU
El equipo de HagalaU llegó a Bogotá para celebrar con todos los rockeros de Colombia la edición número 15 del festival Rock Al Parque. Tras un agotador viaje y la negativa inicial de los organizadores del evento para recibirnos como grupo periodístico, pudimos ingresar al parque Simón Bolívar solo hasta caída la tarde.
En los tres escenarios se presentaban: Neurosis, Tenebrarum y José Fernando Cortes, antes de ellos ya habían pasado por escena Gaias Pendulum de Medellín, Descomunal de Ecuador, The Vintage de Barranquilla, entre otros.
La actuación de Tenebrarum de Medellín en el escenario Lago del Simón Bolívar, fue de entrada impactante, por la descarga de metal sinfónico y la propuesta escénica potente y ágil que los caracteriza. En su actuación, presentaron temas de su próximo disco que pusieron a mover las cabezas de todos los metaleros que estaban en el segundo escenario más grande del festival. La banda además de contar con el violín como instrumento fuerte dentro de su show, experimentó con el saxofón y la acertada interpretación de Julián Rivera; otro Rivera que se une a la familia Tenebrarum.
Más tarde en el escenario Plaza, dos hermosas coristas líricas probaban sonido mientras eran admiradas por unas 80mil personas que gritaban ¡Oe, oe, oe… Haggard, haggard! Ellas, llenas de teatralidad, danzaron como ninfas e inmovilizaban a todo aquel que se atrevió a mirarlas.
Los 12 integrantes de esta banda alemana quienes interpretaban elementos guturales y clásicos mezcladas con folclor del norte de Europa, aunque con algunas deficiencias en el sonido de las voces y las percusiones, hicieron -literalmente- mover el suelo del Simón Bolívar.
En el escenario Lago se presentó durante 40 minutos aproximadamente Antípoda, banda bogotana, que llama la atención por la actitud escénica de su vocalista que tiene pinta de hopper pero lidera un grupo de 5 personas que hacen rock con un sonido internacional, con un repertorio en su mayoría en inglés, que une guitarras fuertes con la voz de su líder que podría cantar pop por su afinación y a la vez puede gritar sin perder una nota.
Ingrand, del distrito capital, tocó justo después de Antípoda, a simple vista por su estética demostraron que son una banda de muchas influencias. Esto, por contar con un guitarrista y bajista que parecen tener raíces metaleras y su vocal que tenía una actitud muy rockera hablándole todo el tiempo a su público en inglés y español. A la mente vino Slipknot, pero no por el montaje ni la pinta, sino por el complemento de los punteos y percusión rápidos con la voz gutural de su vocal.
Koop de Cataluña por su parte, arrancó con una fuerte descarga de Hardcore y Rock and Roll, acompañada de samplers con efectos que simulaban situaciones de peligro y caos, efectos que hicieron dúo perfectamente con el sentido contestatario de sus letras. La comunidad Skinhead asistente a su actuación en el escenario lago ya caída la noche, vibró y dio su mejor energía a esta potente banda española.
El primer día lo cerró Morbid Angel de Estados Unidos. Un grupo que a pesar de su saturado sonido, fue uno de los más esperados; quienes gracias a su indiscutible fuerza, poder y virtuosismo, no dejaron espabilar a los asistentes de la primera jornada, bombardeando sus cabezas con puro Death Metal.
Una noche hermosa de rock y cielo despejado, acompañado con una grandísima luna en la capital colombiana acabó, y el cansancio y alegría, acompañaron nuestro camino hasta la salida, tiritando del frio en búsqueda de transporte confirmamos la gran influencia de Rock Al Parque a todo el movimiento musical de la ciudad.