La importancia de los conciertos pequeños
Felipe Grajales Mejía
En los años ochenta el rock se consolidó en Medellín en los conciertos de garaje. Fue allí donde las bandas preparaban sus shows resolviendo toda clase de problemas, con un sonido tipo ensayo y con un público ávido por oír su música. Era su talento en contra de las dificultades. Eran los sueños por conseguir un espacio, la búsqueda de consolidar escenarios grandes con la logística necesaria. Hoy en día Medellín y el Área Metropolitana cuentan con Festivales serios, con una logística satisfactoria y que le permiten a muchas bandas mostrarse ante un gran público.
Sin embargo las bandas y el público no pueden olvidarse de esos conciertos pequeños e íntimos, donde las bandas se muestran tal y como son. Es en esos conciertos donde las bandas pueden generar una atmosfera propia, donde pueden intervenir todos elementos que no se pueden manejar en un festival para darle al público una muestra más cercana a toda la estética de la banda.
En esos pequeños conciertos es donde se congrega el público más fiel, el que siente una necesidad de ver a una banda. En los grandes festivales hay mucho público con ganas de bailar, de disfrutar. Sin embargo ese público muchas veces está más por la coincidencia que por el fanatismo a una banda en particular. En los conciertos pequeños, la banda está con los que si quieren ver nuevas cosas, los que esperan un momento de intimidad, los que se identifican con las letras y las melodías.
Es tan bien la oportunidad para que el público demuestre su compromiso con la banda que le gusta. Por lo general casi todos los festivales en Medellín son de entrada gratuita para el público. En esos pequeños toques los seguidores pueden pagar la entrada, algo que debe ser satisfactorio para un seguidor, sobre todo teniendo en cuenta que las entradas a ese tipo de conciertos en Medellín son a unos precios realmente bajos, muchas veces por debajo del valor de una entrada a cine o tres cervezas.
La infraestructura está dada para hacer buenos shows. Medellín cuenta con teatros y bares dispuestos a brindar el espacio para que las bandas hagan sus presentaciones. Hay empresas de sonido pequeñas que pueden alquilar un buen sonido para este tipo de conciertos a un costo que si el público se compromete se puede pagar. Además la banda tiene el tiempo suficiente antes del concierto para que todo se haga a su gusto.
Por estas razones y muchas más las bandas de Medellín deben seguir apostándole a los conciertos pequeños, más cuando los festivales tienen cupos limitados. Es el mejor espacio para que las bandas crezcan. Eso si también se debe fortalecer los grandes festivales. Hay que mantener las dos opciones, es bueno para todos.