Hace algunos días, en mi perfil de Facebook, compartí el más reciente videoclip de Esteban Gira, titulado ‘Ruido y Soledad’, con una reflexión en donde me preguntaba por qué propuestas tan interesantes y bien hechas como esa, no sonaban en todas partes.
Tal comentario, desató una seríe de opiniones y respuestas por parte de algunos músicos de la ciudad que giraron en torno a su quehacer y a la relevancia de sonar o no en radio. Como me parecieron tan inteligentes e importantes estas reflexiones, le pedí permiso a estos amigos músicos para publicar parte de sus puntos vista y he aquí, la compilación resumida de sus escritos:
Esteban Giraldo empezó respondiendo mi comentario diciendo: “¿Por qué si no se suena casi en ninguna parte, muchos seguimos haciendo música cada vez con más intensidad?” Además invitó a otros a la conversión y ahí fue donde la cosa se puso buena: “Y si me lo permites, quisiera extender esta conversación de eso inexplicable que pasa en la escena local a algunos amigos cercanos, para saber su opinión: ¿Por qué hay propuestas que a pesar de su trayectoria no suenan casi en ninguna parte y por qué aun así la creación musical continúa? Tjebbe Donner, Camilo Valencia, José Pablo Arbelaez, Federico Franco y Federico Carlos Gómez” tenían la palabra.
Tjebbe Donner, vocalista y guitarrista de Ciudad Pasarela fue el primero que se animó a contestar: “El músico real, tiene que crear, sea que tenga repercusión su arte o no […] Hay una gran brecha entre ‘hacer música buena’ y ‘lograr sonar’. Lo primero es artístico, lo segundo es negocio. Esto no está mal, ni está bien, sencillamente es lo que es. Pero el músico bueno por lo general no es un buen negociante, y el negociante, aunque puede hacer música, por lo general no es muy buen artista. Son dos concepciones del mundo muy distintas […] El músico que quiere vender, debe tener la conciencia y la decisión de querer vender, lo cual (casi) siempre exigirá una adaptación de su arte a un gusto más amplio que el meramente propio. En Colombia, Árbol Naranja, por ejemplo, está logrando hacer un esfuerzo comercial muy importante con bandas nacionales e independientes, y son un buen ejemplo de esta unión entre músicos y negociantes. O, en el ámbito más local, Merlin Producciones hace lo suyo”.
Más tarde, Pablo Villegas, líder de La Montaña Gris, replicó: “Yo digo que ese no es el único modelo. Hay muchos modelos. Amanda Palmer tiene uno que funciona muy bien. También Leonid Afremov el pintor lo tiene y es la relación directa con el cliente y no aspirar a llenar estadios. El arte de lo pequeño diría yo. No todo tiene que funcionar bajo el modelo de la radio. Al menos yo llevo haciendo eso 14 años porque me ha tocado inventarme una manera de no morir y hasta ahora sigo vivo”.
Luego vino Federico Franco y dijo: “Es difícil llenar estadios, o sonar en radio, etc. Pero ¿En qué momento decidimos ser músicos porque era algo fácil? Componer, tocar, arreglar, trabajar en equipo; son cosas difíciles de hacer; pero quién dijo que ahí terminaba el trabajo, no podemos cerrarnos y parar de aprender, mientras uno siga disfrutando lo que hace y siga absorbiendo lo que el medio le dice, creo que puede seguir evolucionando y pueden seguir pasando cosas nuevas”.
El ciclo de comentarios lo cerró finalmente Esteban Giraldo citando a Federico López, uno de los productores musicales más reconocidos del país: “El mercado en condiciones óptimas para el artista debería medirse en cuántas llamadas al mes recibe de contratos para un concierto. Si uno toma la media de una banda realmente activa, son al menos, creo, entre 4 y 10 conciertos. Así que probablemente recibió muchas más llamadas que el número de conciertos. Y teniendo en cuenta que el concierto es la unidad financiera que activa la industria actualmente, los esfuerzos de mercado del artista deberían direccionarse a generar ser llamado. Miren las implicaciones de eso: significa tomar la cadena productiva (crear canciones, vídeos, productos, luego promocionarlos, luego conectarlos con la audiencia y generar ventas) y medirla con la varita de cuantas propuestas de concierto le hicieron al artista en un mes. No de cuantas becas se ganó, o si pasó a Altavoz, etc. ¿Diagnóstico en Medellín? Me atrevo a decir que grave. Ni las bandas o sellos independientes que han hecho la tarea logran ese objetivo. ¿O quién me da un ejemplo?”
Luego de todo este debete, me surgió la idea de hacer un ciclo de conversaciones al respecto; pero mientras eso pasa, el tema sigue abierto ¿Usted qué piensa?
https://www.youtube.com/watch?v=eXNF0idkjJA
Este fue el vídeo que todo lo empezó.