Creemos que no nos equivocamos cuando decimos que hay pocos bares en este país (incluso en el mundo), que funcionan al lado de una funeraria; en este caso particular les hablamos de Sinforoso, un establecimiento que se encuentra a casi tres horas de Medellín, al suroeste de Antioquia, más exactamente en el municipio de Andes.
Abierto hace ocho años, Sinforoso cuenta con varios aspectos que lo hacen singular. Otro para sumar a la lista (aparte del de su vecino), es que el local donde funciona es una casa de tipo colonial, la cual, antiguamente funcionaba como cárcel de la municipalidad. Eso de entrada, no sabemos si a ustedes pero para nosotros lo hace un lugar interesante.
Esta casa cuenta con tres pisos (aunque para el bar solo está habilitado el primero y en los conciertos dejan que los asistentes suban al balcón del segundo). Cuando se entra, luego de pocos pasos, se encuentra a la izquierda la barra, allí hay colgadas un par de guitarras y algunos afiches promocionales de eventos que se han llevado a cabo en Sinforoso. Si se continua por el mismo corredor de la entrada, se topa a pocos metros con un patio lo suficientemente grande como para poder realizar los conciertos que el bar organiza. En otro de los cuartos hay algunos muebles y muchos más afiches colgados de conciertos y festivales realizados en el establecimiento.
Pero sus particularidades no terminan en las dos que ya hemos citado, gracias a que los pueblos manejan otras dinámicas, este bar abre los domingos por la tarde para atender unos clientes muy importantes, los campesinos de las fincas y veredas que quieren escuchar buen rock and roll y lo encuentran fácilmente en Sinforoso.
Concierto de Posguerra.
Nepentes, La pestilencia, Gianny, Masacre, Posguerra, Nebiros, No raza, Reencarnación, Muladar, Gaias Pendulum, entre muchas otras agrupaciones, han estado presentando sus shows en Sinforoso, lo que lo convierte en un bar referente no solo para Andes y el suroeste antioqueño, sino también para la escena musical de Medellín y Colombia. Además, organiza tours a festivales como Altavoz Medellín, lo que también suma al momento de hablar sobre el aporte que este establecimiento le hace al circuito.
No obstante, Sinforoso no es solo música, a lo largo de su historia se ha preocupado por tener otra oferta para todos sus visitantes, y por eso planea cenas, obras de teatro, donaciones de libros, exposiciones de pintura, lecturas, etc. Es uno de esos lugares que llena de vida cualquier población. La música, la literatura, el teatro, las plásticas y todas las artes en general hacen que el mundo crezca, que se pueda ver desde otras miradas y que cualquier sitio se vuelva universal.
Es así que Sinforoso, más que un bar o un café, es un centro para la cultura universal de Andes.
Juan Vera, administrador del Bar Sinforoso.
@AlexHagalaU