Uno de los principales festivales de música de Colombia ha celebrado ocho ediciones con los pies bien puestos sobre la tierra: jornadas académicas, convocatoria pública, intercambios con festivales nacionales e internacionales y, clave, las canciones como el latido que manda la parada. Aunque la edición 2011 dejó un sinsabor en la ciudad por la producción y la programación, ambas menguadas desde los recursos técnicos y la curaduría, respectivamente, lo cierto es que en la ciudad el parche se pregunta: ¿Qué pasa con Altavoz 2012?
La realidad es que las bandas, el público y lo medios de comunicación, han estado atentos al proceso del festival para este año pero aún no hay pistas sobre su futuro. Aunque es consabido que cada cambio de administración la dinámica de los procesos es lenta para iniciar, lo cierto es que no se ha realizado ninguna reunión informativa, no se ha publicado comunicado alguno y mucho menos, se han revelado fechas sobre la fase de convocatoria.
Y por eso la preocupación del ‘circuito’ es válida, puessin rodeos hay que sintetizarlo: Medellín, una de las plazas más grandes del rock en Colombia no tenía su festival y las bandas lo reclamaban a gritos: ¡Y Altavoz nació en 2004! Pero hoy, no hay claridad sobre su futuro: ¿de los $21.000.000.000 millones que le quitaron presupuestalmente a la Secretaría de Cultura Ciudadana, cómo se verá afectado el recurso del festival?
Antecedentes
Mirando atrás el pasado, en realidad no son muchos los acercamientos a un festival: Ancón en 1971 –y una versión en 2005-, la Batalla de las Bandas en 1985, la Rockatón -1999 que recogió ropas y alimentos no perecederos para los afectados por el terremoto del Eje Cafetero- y, finalmente, Rock a lo Paisa, una floja emulación de Rock al Parque. Por eso quizás se quedó en la primera edición. Se hicieron muchos conciertos sumados a estos intentos de festivales pero la matica no crecía.
En 2004 la Alcaldía de Medellín hizo por fin la prueba piloto de Altavoz: convocando unas 10.000 personas, el evento pegó y en 2005, continuó organizándose con el formato actual de convocatoria pública, conciertos clasificatorios y recital internacional.
El lado B de Medallo. Hablar de Altavoz es meterse en los terrenos de la transformación que ha tenido Medellín desde la cultura. Con la música se propone el valor de ser distintos en el color de piel, en la forma de pensar, en la pinta que se usa…
El recital promueve la diferencia como ficha clave de reconocimiento donde los metaleros, hoppers, punkies, electro’s, EMO’s, el parche reggae, neo, pop y de la nueva cumbia, pueden convivir en un mismo espacio sin grescas ni riñas.
Las bandas se hacen tocando… Tras 8 ediciones, Altavoz se ha convertido en una de las plataformas de mayor proyección de los grupos de Medellín y Antioquia, pues trasciende el concierto como fin último.
Por eso desde 2007 se inició una estrategia de proyección e internacionalización de los grupos que ha permitido que más de 30 proyectos como Daycore, Masacre, Johnie All Stars, Frankie ha muerto, De bruces a mí y Fértil Miseria, entre otros, hayan visitado festivales como Cosquín Rock de Córdoba, Argentina, FestivalFFF de Ambato, Ecuador, Itsmo Rock de Panamá, Festival Nuevas Bandas de Venezuela, sumados a otros recitales nacionales como Ibagué Ciudad Rock, Festival Estéreo Picnic y Rock al Parque.
Todo lo anterior, sumado a las jornadas académicas, los conciertos clasificatorios y la memoria del digipack, han hecho de Altavoz un proyecto integral aunque se ha quedado corto en estrategias de cobertura y no se avizoran líneas claras de apertura.
Por todo esto, Altavoz se ha metido en la tradición de la ciudad y por ello, la pregunta por su devenir. Así es que, ¿alguien sabe en qué va Altavoz este año?