Es viernes, fin de semana, la gente busca salir de la rutina e imprimirle algo de sabor y alegría a su vida; el viernes 13 de marzo, muchos de los amantes del rock, el reggae y el ska, sabían que tenían una cita con Manu Chao, una artista y una banda que prometía una descarga de energía y diversión, incluso desde su última visita a Medellín en el 2012, esta vez, en el Orquideorama del Jardín Botánico cuando estaría acompañado por los AlcolirykoZ y Coffee Makers.
A las 5 de la tarde se abrieron las puertas del Jardín Botánico; para ese entonces, ya había una fila que se extendía aproximadamente unos 500 metros hasta la entrada principal de este lugar emblemático de la ciudad, que se ha convertido en un espacio propicio para festivales y conciertos de diversa índole. Además de los que ya hacían la fila, llegaban más personas a sus alrededores, tratando, casi implorando, por conseguir un boleto para entrar al concierto a como diera lugar: desde el día anterior (jueves 12) los organizadores publicaron que se habían agotado.
La tarde avanzaba rápidamente para darle paso a la noche de ese viernes que traería varias sorpresas a los asistentes de este evento. Justo a las 7 de la noche, el “boom-bap” de AlcolirykoZ retumbó entre unas 500 personas que había para ese entonces, y que aumentaría considerablemente con el paso de cada segundo. El Intro de su más reciente producción, "Efectos secundarios", fue su carta de presentación en esta noche, encendiendo poco a poco los ánimos con su propuesta de hip hop y su combinación de sonidos diversos, que enriquecen su apuesta musical, con canciones como Comediantes de velorio, Otra resaca más, El despilfarro y Let my people.
‘Gambeta’, ‘Kaztro’ y ‘Fazeta’ lograron conectar al público con todo lo que se vivía en tarima, justo para recibir a la siguiente banda que también vendría con mucha candela. A las 8 de la noche, rápidamente suben al escenario los nueve integrantes de Coffee Makers, banda ícono del reggae en Medellín, quienes desde hace más de un año, y luego de varios años de silencio musical, retomaron sus instrumentos y regresaron a las tarimas, con el ánimo de seguir llenando de sabor a la ciudad y al país con su propuesta musical.
Sábado en la noche, su más reconocido sencillo, puso a bailar a las más de 2500 personas, recordando sus momentos gloriosos en la escena musical de Medellín, y a la que esperan volver con mucho esfuerzo y dedicación. Por supuesto, también se escucharon canciones como Vuelves a mí (canción que recientemente estrenó videoclip y que por stos días hace parte de #Las10deHagalaU), Por qué, Es real, Babylon Riders, entre otras, entregando al público una hora de sonidos frescos y alegres.
Y para cerrar con broche de oro este concierto, los veteranos en la música, Manu Chao & La Ventura, madrugaron a subirse en la tarima, a las 9:15 de la noche, disponiendo así de más de dos horas para complacer con su show a los asistentes, quienes estaban ansiosos por verlos de nuevo, luego de tres años de su último concierto en Medellín.
El colorido de los dibujos sencillos, pero con mucho contenido crítico en el fondo de la tarima y la energía de todos los músicos, también con vestimentas simples, demostraron la esencia de Manu Chao & La Ventura: música sin muchas pretensiones, pero con un mensaje profundo de protesta contra los desmanes que se viven a diario en todo el mundo, en especial en Latinoamérica, continente donde esta agrupación ha puesto especial atención y que ha servido como inspiración en sus letras.
Canciones como Mala vida, Clandestino, Bienvenida a Tijuana y Me llaman calle, pusieron a cantar y a bailar sin parar a los más de 3000 asistentes, como si el agotamiento de toda una semana se lo hubiese llevado, mágicamente, la música.
A las 11 de la noche, luego de descargar toda su energía en el escenario, de agradecer una y otra vez al público de Medellín por su gran acogida y de complacerlos repitiendo algunas de sus canciones, bajan del escenario por un par de minutos, y al regresar, suena en la guitarra clásica Rumba de Barcelona, dándole un tinte más reposado al show, pero sin perder la energía que nunca desfalleció en Manu Chao & La Ventura.
Y, por supuesto, en su última hora de presentación, no podían irse sin interpretar Me gustas tú, otros de sus grandes éxitos que hacen parte del sonido del siglo XXI, para quedar a paz y salvo con todos los asistentes que no querían dejarlos de escuchar. Con mucha puntualidad, justo a las 12 de la media noche, sonaron sus últimos acordes, acompañados de los agradecimientos recíprocos, tanto de la banda, como del público con sus aplausos, gritos y silbidos incesantes.
Con Manu Chao, terminó una semana cargada de sonidos alegres inscritos en el reggae, el ska, el dancehall y el hip hop, que demostraron que en Medellín, la cultura, y el ámbito musical en particular, siguen abriéndose paso, incluso para lograr que otros artistas de talla internacional, pasen por los escenarios adecuados para estos eventos.
Estas fueron las impresiones, por parte de los asistentes, sobre el concierto de Manu Chao en Medellín.
Las fotos son cortesía de Casa Babylon.
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